Según el DANE, desde el año 2015 la cifra de nacimientos anuales ha bajado un 7,8%. Aunque se esperaba un aumento considerable luego de la pandemia, varios países del mundo registran una reducción histórica en la tasa de natalidad. ¿Cada vez hay más mujeres colombianas que no desean ser madres? Recogimos testimonios y analizamos la situación con expertas en Derechos Sexuales y Reproductivos.
Desde que empezó su adolescencia, Eveling Rico no concibió la idea de tener hijos. El ejemplo de sus padres fue importante: “en mi caso fui una niña deseada, mis padres en ese momento eran dos personas jóvenes que, aunque no planeaban tener una hija en ese momento de su vida, sí tenían el anhelo ser padres, y por eso me criaron con todo su amor y dedicación. Así debería ser siempre, que todo niño o niña que llegue a este mundo sea deseado y que pueda tener ese amor de sus padres. En mi caso, por el contrario, me aterraba la idea de asumir la responsabilidad de tener a una personita a cargo”.
Otra de las razones que expone es que no quería que la responsabilidad que conlleva un hijo se convirtiera en un compromiso de por vida con su pareja; además, sentía que estaba en una etapa en la que se estaban desarrollando su plan de vida y su carrera profesional como periodista. “Tengo amigas y familiares cercanas que han podido ejercer su maternidad como parte de su proyecto de vida, y aunque han tenido situaciones muy duras, las admiro y las apoyo porque ser madres fue su decisión”, comentó.
Duró nueve años planificando con un método de mediano plazo, el Implante Subdérmico Jadelle. Pero la idea continuaba siendo la misma: no quería tener hijos. A los 25 años decidió finalmente realizarse la ligadura de trompas, una cirugía para cerrar las trompas de Falopio, que es un método permanente. El procedimiento lo hizo en Profamilia, a través de un proceso “ágil, seguro y sin cuestionamientos”, según indicó.
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Eveling hace parte de un número creciente de mujeres en Colombia y el mundo que han tomado la decisión definitiva de no tener hijos. Según cifras del DANE, mientras que en 2015 se registraron 660.999 nacidos vivos, en 2021 se reportaron 609.739, lo que corresponde a una caída del 7.8%.
Así, el ‘baby boom’ previsto por el tiempo de confinamiento a causa de la pandemia de Covid-19 no ocurrió en Colombia. De hecho, de 2020 a 2021 los nacimientos bajaron un 1.7%. Y no fue el único país con la misma situación: en España, Italia y Estados Unidos se produjo una reducción histórica en la tasa de natalidad.
¿Por qué algunas mujeres no contemplan tener hijos?
Es complejo determinar las razones exactas del porqué cada vez hay más mujeres que no quieren tener hijos. Estudios hablan de la inseguridad económica, el desarrollo personal y profesional, la falta de apoyo en la crianza e incluso la disminución del estigma que se tiene acerca de las mujeres sin hijos, como puntos importantes en la decisión.
La psicóloga María Alejandra Forero afirma, desde su experiencia en las sesiones de terapia, que a las razones anteriores se suman otros factores como el vínculo inestable o conflictivo con sus padres o cuidadores y la adopción de la postura de que la maternidad podría ser un limitante ante prioridades como el crecimiento personal y profesional.
“Maternar en esta sociedad es muy difícil”, afirma Eveling, “siempre se exige que las mujeres sean madres perfectas, que respondan con todo, pero ¿qué pasa cuando esa mamá quiere salir o compartir con amigos?, normalmente este tipo de decisiones se reprochan a las mujeres y no a los hombres, porque cuando un hombre con hijos sale, se asume que hay una mujer en casa cuidando de ellos”.
Lo que menciona Eveling está relacionado con la economía del cuidado, que se define en el artículo 2 de la Ley 1413 de 2010 como “trabajo no remunerado que se realiza en el hogar, relacionado con el mantenimiento de la vivienda, los cuidados a otras personas del hogar y el mantenimiento de la fuerza de trabajo remunerado”. Pero este trabajo lo realizan mayoritariamente las mujeres.
En 2021, el DANE reportó que las mujeres trabajan en total 7 horas y 46 minutos diarios en labores no remuneradas y del hogar, mientras que los hombres solo lo hacen 3 horas y 6 minutos al día.
En cuanto al tiempo destinado a labores remuneradas, semanalmente en las mujeres ronda entre las 40 horas y en los hombres 48. Lo que marca un punto de comparación clave entre las horas de trabajo remunerado y no remunerado, sin entrar en detalles con las brechas salariales.
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Una decisión para toda la vida
Aunque ha disminuido, la presión social continúa existiendo, es común que las mujeres siempre terminan dando largas explicaciones acerca de su decisión, más aún si se realizaron procedimientos permanentes como la ligadura de trompas.
“Hay que darse la oportunidad de leer, investigar, pensar. Yo traté de informarme desde muchas perspectivas para sentirme segura, en mi caso ligarme las trompas me dio una sensación de profunda tranquilidad, de sentir que pude tomar mi decisión y que ya estaba hecho”, cuenta Eveling. En su caso no tuvo que lidiar con la desaprobación o cuestionamientos de su familia o su pareja, de hecho ahora, a sus 30 años, sigue sintiendo que fue la mejor decisión.
Eveling recomienda a las mujeres que deseen realizarse el procedimiento ponerse a sí mismas como prioridad, “así suene egoísta, porque ser madre no puede ser considerada una obligación o un castigo a la supuesta irresponsabilidad, debemos informarnos, acompañarnos entre nosotras y no permitir que nos prohíban acceder a estos procedimientos, al derecho a decidir, ya que en Colombia la Ley 1412 del 2010 garantiza el acceso a la ligadura sin más obstáculos que la mayoría de edad".
Esta ley que menciona la periodista contempla que “las parejas tienen derecho a decidir libre y responsablemente el número de hijos que conformarán la familia. La progenitura responsable, se considera una actitud positiva frente a la sociedad, y como tal será reconocida, facilitada y estimulada por las autoridades”, por lo anterior, el documento señala que "se promueve la ligadura de conductos deferentes o vasectomía y la ligadura de trompas de Falopio como formas para fomentar la paternidad y la maternidad responsable".
Según datos proporcionados por Profamilia, la edad más común de anticoncepción está entre los 27 y los 31 años. Por otro lado, entre 2019 y 2021 se ha visto un incremento del 42,1% al 47,5% en la proporción de atención y acceso a la ligadura de trompas en usuarias menores de 30 años, aunque algunas de ellas ya tienen hijos.
“En Profamilia le damos a las personas que quieren acceder a un método anticonceptivo la información general de todos los métodos, tanto los temporales como los definitivos, cuando expresan su decisión por un método permanente como la ligadura de trompas, o la vasectomía, se hace una segunda sesión de consejería para informarle y que quede claro qué es un método permanente, luego se realiza un control médico y finalmente se programa la cita para el procedimiento”, explica Juan Carlos Vargas, médico y asesor científico de Profamilia.