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Adiós al señor Ramo: muchas vivencias y un mismo ponqué

¿Quién no recuerda un pastelito Gala con un vaso de leche o de una bebida de malta? ¿Quién no recuerda a las bicicletas que llegaban a surtir de chocorramo, pasteles y tostacos a las tiendas de barrio?

Hoy, falleció en Bogotá a los 90 años, Rafael Molano, el fundador de una de las marcas más antiguas y renombradas del país, Productos Ramo.

Esta fue una de esas empresas que empezó en la cocina de un barrio popular en Bogotá, siendo vendida a amigos y compañeros de trabajo durante la década del 50, pero que ya para 1980 había salido de Bogotá y se encontraba en cada tienda o supermercado de todo el país.

Pese a que inicialmente solo se vendía la torta completa, Ana Luisa Camacho, la esposa de Rafael, fue quien decidió ponerle el papel a cada porción y evitar que las porciones se desbarataran.

Paulatinamente se fueron metiendo más productos en el catálogo y más y más gente para trabajar en esta empresa, que pretendió ser adquirida por Bimbo durante los años 90, ante la negativa de Molano, que siguió creyendo hasta hoy “que la marca puede sola”.

Y así sigue siendo, tras 60 años en el mercado, hoy en día sigue siendo uno de los acompañantes perfectos de las loncheras infantiles y los entredías colombianos, porque es un pastelito siempre fresco y que puede ser compartido o en su “dosis personal”.

Lo importante de esta empresa que se mantuvo 100% colombiana, es que actualmente la empresa tiene tres plantas en Mosquera, Medellín y Palmira donde trabajan más de 4500 personas. También se ha mantenido durante más de 50 años la receta, que se prepara por harina, chocolate y huevos que se producen en plantas especiales para el uso de los pasteles.

Rafael Molano, era oriundo de Santa Rosa de Viterbo y en la actualidad es considerado uno de los pioneros en la industria nacional.

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