Pueblo Santo: el Macondo de los Gaiteros
“El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo”, cita de Gabriel García Márquez.
“No existía ni existió nunca lugar más feliz en el mundo, tanto así que el Todopoderoso había concedido el permiso a los muertos para que se mezclaran con los vivos, sin que unos distinguieran a los otros…”, cita de Marlon Peroza.
El primer párrafo es parte del inicio de ‘Cien Años de Soledad’, la obra cumbre de Gabriel García Márquez. El segundo, ‘El Origen’, es decir, el inicio del álbum ‘Historias Cantadas’ de los Gaiteros de Pueblo Santo, escrito por Marlon Peroza, músico, compositor, gaitero y alcalde de ese poblado.
Marlon decidió organizar su propia agrupación gaitera para honrar el legado de los ancestros y conquistar corazones con el sonido dulce del tallo de la pitahaya coronado con cera, ya tenía en su mente recrear una aldea en la que ocurrieran las historias de sus canciones. Algo así como el Macondo de los Buendía.
“Yo creo que hay puntos en común. Es indiscutible la influencia que Gabo ha tenido en todos nosotros, un gran referente del realismo mágico del Caribe y es indiscutible, pues lo hemos leído, lo hemos estudiado, lo hemos vivido. Vivir en el Caribe también es vivir en una novela constante, entonces este Pueblo Santo es justamente el recuento también de mi vida, de la vida de nuestros compañeros de la agrupación, de lo que nos ha pasado”, reconoce Marlon.
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Así nació Pueblo Santo y, de paso, ‘Historias Cantadas’. Ese primer álbum tiene un narrador omnisciente que va contando las incidencias del pueblo en la voz del ya fallecido Andrés Salcedo, como preámbulo a cada canción. Todo esto les valió ser nominados a los Grammy Latino en 2020, así que el reto de un segundo álbum fue mayor y lo lograron sortear con ‘Complacencia Vol. 1’, lanzado este año.
“Cuando finalizamos ‘Historias Cantadas’ tuve mucho tiempo como de angustia, de decir ‘¡Caramba, hicimos un álbum increíble y ahora qué voy a hacer, para hacer algo que sea más grande!’. Pero me di cuenta que no era necesario crear otra cosa, sino simplemente expandir lo que ya estaba y Pueblo Santo es infinito”, dice Marlon.
En efecto, ‘Complacencia Vol. 1’ es la continuidad de ‘Historias Cantadas’ y de la idea de Marlon de consolidar Pueblo Santo como el pueblo originario de la música de gaita.
El primer álbum termina con la historia del fin de una sequía de 20 años en Pueblo Santo. El aguacero despertó a Campillo, el locutor de la emisora del pueblo, quien se apresuró y ante el micrófono anunció: “¡Estimados oyentes: volvió la lluvia, volvió la lluvia!”. Y ese fue el hilo conector que enhebró Marlon Peroza para su segundo trabajo musical.
“La lluvia y el agua en Pueblo Santo es un elemento supremamente importante porque el agua, tanto en el mundo real como en el Pueblo Santo, que también es real, es el elemento purificador. Cuando tenemos como estancamiento creativo uno se ducha y refresca ideas. La misma lluvia lo conecta a uno con la Tierra, echarse agua con la manguera en el patio es de las costumbres más bacanas en los pueblos del Caribe”, afirma Marlon.
Y así empieza ‘Complacencia Vol. 1’, con el sonido de las gotas explotando como crispetas en los tejados de lata de Pueblo Santo, mientras una mujer agradece a la Virgen del Carmen y pide a Toño que prenda el radio “pa’ ver qué dicen”.
Allí vuelve a escucharse la voz radiofónica de Máximo Campillo, feliz por el regreso de la lluvia y anunciando lo nuevo de Gaiteros de Pueblo Santo en la emisora ‘Complacencia’.
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Máximo es interpretado por Marlon, y tiene un compañero de cabina: José Prudencio, interpretado por José Luis Simanca, conocido como Primo e’ Costa, reconocido creador de contenidos costumbristas.
“Yo tengo un recuerdo de infancia de ‘La Voz del Níquel, en Montelíbano y su locutor de cabecera era apellido Campillo. Escuchaba el segmento de complacencias en el que uno llamaba a pedir las canciones, o llamaba a enviar razones a la vereda Solo Dios o a cualquier otra vereda de Montelíbano. Entonces tenía allí ese recuerdo y quise homenajear también a la radio, que en muchos pueblos sigue siendo el único medio de comunicación y diversión”, relata Marlon.
‘Complacencia Vol. 1’ fue grabado en Peregrino Media Studio en Barranquilla en un formato poco convencional en estos tiempos: todos los instrumentos y las voces sonando al mismo tiempo, es decir, en bloque.
“Queríamos que tuviera la magia del en vivo, o sea, que se sintiera en caliente ahí, el pequeño error, no importa. El grupo que va, que viene, que cambiaba la velocidad, no importaba porque queríamos que se sintiera como aquellas grabaciones de antaño, cuando se grababa con todo el mundo en el estudio”, explica el alcalde de Pueblo Santo.
Las voces cantoras son las de Marlon (qué además interpreta la gaita hembra), Mile Antolinez —conocida como Cumbia Queen— , Aida Bossa y Jesús Camacho. Acompañados por los instrumentistas Argemiro Campo (maracas y gaita macho), Édison Rodríguez (tambor alegre), María José García (llamador) y Rick Salgado (videojockey).
Este puñado de talentosos artistas son los encargados de que Pueblo Santo tenga cien años de música y complacencias.
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