Las obras, que tendrán un coste estimado de 2,5 billones de pesos (unos 1.325 millones de dólares), se desarrollarán a lo largo de 908 kilómetros de río, entre la población de Puerto Salgar y la ciudad de Barranquilla.
Tras la firma, realizada en Barranquilla, el presidente Santos destacó que con este proyecto, que calificó como "tal vez el más ambicioso que se ha hecho en la costa Caribe", se cumple el sueño del libertador Simón Bolívar.
"La firma de este contrato es precisamente hacer realidad ese sueño de Bolívar. Ya no hay marcha atrás. Ya el contrato está firmado", dijo entre aplausos el mandatario.
No obstante, el Magdalena fue navegable hasta la segunda mitad del siglo XX, cuando su tráfico de mercancías empezó a disminuir como consecuencia del monopolio que empezaban a conseguir las carreteras y el deterioro que, al mismo tiempo, sufrió la base del río.
Para dar inicio a los trabajos solo falta que de su visto bueno la Corte Constitucional, a la que Santos pidió que "falle rápido" para comenzar la obra lo antes posible.
Si se cumplen los plazos previstos, en aproximadamente trece años y medio más de 900 kilómetros de río serán navegables, lo que significa que por ellos podrán transportarse convoyes de 7.200 toneladas, equivalentes a la capacidad conjunta de 240 camiones de transporte.
Además del evidente impacto positivo que esto tendrá para el transporte de mercancías, el Gobierno estima que se recuperará la actividad pesquera y se beneficiará directamente a 57 municipios situados a orillas del Magdalena.
Sin embargo, no habrá que esperar tanto tiempo para ver los primeros efectos de los trabajos, que incluyen obras de encauzamiento que representan 70 % del total, así como de dragado y mantenimiento, que suponen el 30 % restante.
Santos destacó en su intervención que en un año el 60 % de la navegabilidad ya estará en marcha, pues se calcula que para entonces estén habilitados 650 kilómetros que "permitirán transportar 8.200 toneladas de carga" entre los trayectos Barrancabermeja-Barranquilla y Barranquilla-La Dorada.
El encargado de la faraónica obra es el consorcio Navelena, conformado por la colombiana Valorcon y la brasileña Odebrecht, que opera en 23 países.
Según explicó Navalena en un reciente comunicado, la concesión prevé la construcción de más de 160 obras civiles de encauzamiento, un estimado de cuatro millones de metros cúbicos de dragado anual y la implementación de un sistema de navegación satelital para operar y mantener la navegabilidad.
Sus cálculos hablan de un espectacular aumento en el transporte de carga, que una vez finalizada la obra pasará de 1,5 millones de toneladas a 6 millones de toneladas anuales.
El río Magdalena, que nace en las cordilleras de Los Andes, atraviesa 1.500 kilómetros de territorio colombiano hasta las costas de Barranquilla en el mar Caribe. EFE