Vigía del Fuerte, un municipio de Antioquia con costumbres chocoanas por su ubicación geográfica a orillas del majestuoso río Atrato, al norte del departamento de Chocó se encuentra a poco más de 2 km de Bellavista, cabecera municipal de Bojayá, A ritmo de Chirimía celebra sus fiestas patronales alusivas a la virgen de las Mercedes.
Durante 8 días propios y extraños se juntaron para mostrar y disfrutar de las distintas manifestaciones culturales, gastronomía, reinado, teatro y concierto donde se prioriza la participación de los músicos y otros artistas locales.
Para este año, según contó Yimis Enrique Palacios, coordinador de las festividades, se promovió la integración, la armonía y la paz “en esta ocasión participaron todas las comunidades”, afirmó.
Fueron 8 delegaciones y dos colonias que incluyó “comunidades indígenas, los residentes en Medellín, los residentes en Quibdó y las comunidades de las zonas norte y sur del municipio con un número aproximado de 330 personas”, dijo Palacios.
El voleibol, el fútbol, el microfútbol, tanto masculino como femenino, hicieron parte de las fiestas que complementan la jornada cultural que se realiza el sábado 23 durante el reinado. “Este año se incorporó un barrio más a la competencia”, explica el coordinador.
Esta fiesta fomenta la participación y la inclusión, por ello, Pedro Pablo Cuesta Ayala, coordinador de los adultos mayores, se siente feliz de haber participado: “fuimos cerca de 75 adultos con los cuales impartimos conocimientos a las nuevas generaciones”, dijo.
Son más de 50 años de tradición e integración comunitaria que Pedro Pablo recuerda “estas fiestas se celebran de manera continua. Yo he sido de la junta pro-fiesta los últimos 15 años”, afirma.
Esta integración comunitaria culmina el día 24 de septiembre, generalmente con un concierto, lo cual es reciente pues según el coordinador de los adultos mayores “antes los bailes eran con chirimía, pero ahora como a los jóvenes les gusta otra música se hacen los conciertos”.
Las fiestas patronales en esta región del país se convierten en fechas indispensables para tejer los lazos de amistad y fortalecer el trabajo comunitario, como medida que recompone el tejido social, en medio de las dificultades propias del territorio fomentando el sentido de pertenencia.