Por Laura Quiceno
Es un viernes de agosto en Cali, más de 50.000 personas se mueven con las melodías de la marimba. Lo ancestral, los sonidos antiquísimos del Pacífico son invocados en cada una de las presentaciones. Silvio Mina Perea de 19 años del Bajo Calima-Buenaventura se sube al escenario, es el marimbero de la agrupación Tamafri, es su segunda vez en el Festival Petronio Álvarez.
En traje azul con naranja interpreta junto a su grupo la alabanza ‘Amor de mis amores’, una canción que deja en estado de contemplación a todos los asistentes que paran de mover el cuerpo para quedarse en silencio y escuchar un ritual cotidiano de esta región.
“Llegué a la marimba por sangre, soy de apellido Mina, mi abuelo fue marimbero y yo siendo hijo único me sentí atraído por la música del Pacífico. Tocar marimba se me hizo fácil, llevo cuatro años tocándola” cuenta Silvio, uno de los más jóvenes de una agrupación que desde hace 21 años mezcla en escena la experiencia y la juventud de los que llevan la música en su piel.
Foto: Laura Quiceno.
“Tamafri ha sido una agrupación que aunque comenzó con niños, hoy tiene una puesta en escena entre adultos mayores y jovenes. Yo como adulto le heredo a las nuevas generaciones, no le puedo heredar un proceso a una persona de mi misma edad. La agrupación tiene en su gran mayoría a docentes del Distrito Especial de Buenaventura y trabajamos con población infantil”, señala Fredy Platicón Olaya, director del grupo desde 1994.
Los hinchas del folclor se detienen en la presentación de este grupo de Buenaventura, una ventana para jóvenes que como Silvio se enfrentan a una marea de pañuelos blancos y al talento de agrupaciones que desde Guapi-Cauca, Barbacoas-Nariño o el Medio Atrato sueñan con consagrarse y llevar esas melodías originarias a otros escenarios en el mundo.
“En la vereda de nosotros permanentemente hay música, nosotros se la dedicamos a la Virgen del Carmen, también a familiares cuando cumplen años. Yo ensayo cada ocho días, me toca transportarme a la ciudad de Buenaventura. Eso me llena de motivación y también a los jóvenes de la población, ellos me dicen: “Silvio, mira que yo quiero esto y esto otro”. A mí me toca hacer doble función, lo que me transmiten acá, yo voy y lo transmito a la población”.
Foto: Mauricio Triviño. Comunicaciones Alcaldía de Cali.
Silvio presentó ‘Mi marimba’, su primera composición en el marco del festival:
“Estaba ensayando con los muchachos del Calima y comencé a tararear: “Se escucha la marimba desde el África”, y dije voy a meterle un “oi, oe”, pa’ que se escuche más atractivo y comencé a escribirla para que no se me olvidara. Yo diariamente mantengo cantando, entonces fue en ese momento en que decidí escribirla y presentarla a la agrupación Tamafri"
Durante tres meses Tamafri preparó su presentación para el Petronio. Las melodías, los trajes, el altar en la alabanza más que la escenografía de un concierto representa un ritual. Las voces se meten en la piel.
“Quisiera que Tamafri me colaborara en una parte para que fuéramos hacia la población donde yo me encuentro ubicado, en el fortalecimiento de los jóvenes, en hacer talleres, eso es lo que yo quiero más adelante que no únicamente sea yo el que esté haciendo música. Es muy bonito en que todos lo seamos, en que seamos músicos que en realidad podamos transmitir lo hermoso que es”.
El hijo de don Héctor Mina y Adelaida Perea no ganó como mejor marimbero, sin embargo, con tan solo 19 años, los viajes en chiva entre el Bajo Calima y Buenaventura, la música y las tareas del grado once sabe que volverá al Petronio para honrar a sus ancestros.