A lo largo de la historia, nuestro país ha atravesado por procesos de movilización obrera y sindical, que permitieron avances en el reconocimiento de los derechos laborales para los trabajadores.
Por eso, en Radio Nacional te contamos algunos momentos históricos donde los trabajadores fueron los protagonistas de cambios significativos en materia laboral:
1920: las mujeres de la Fábrica de Tejidos
En Bello, Antioquia, las mujeres trabajadoras de la Fábrica de Tejidos se manifestaron en contra de los salarios bajos que les estaban pagando, las largas jornadas laborales y el acoso sexual en su contra.
Por eso, este grupo, que fue liderado por Betsabé Espinal, dio a conocer su lucha por todos los medios de comunicación del país, donde generó reconocimiento y la mediación de las autoridades para mejorar sus condiciones.
Esto logró que les aumentaran el sueldo en 40%, la reducción de sus jornadas laborales a 10 horas y acciones que corrigieran las malas prácticas cometidas en su contra.
Creación de la Ley 83 de 1931
Luego de las luchas de los movimientos obreros y sindicales, el Estado les permitió su reconocimiento con la Ley 83 de 1931, con el que se reconoció el derecho a la huelga y la formación de estas agremiaciones y la no violencia en su contra.
Frente a la promulgación de esta ley, se fueron formando sindicatos, tales como la Confederación de Trabajadores Colombianos (1936), Unión de Trabajadores de Colombia (1946), Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (1959), Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (1986), entre otros.
Promulgación de la Ley 6° de 1945
Durante el Gobierno del presidente Alfonso López Pumarejo, se promulgó la Ley 6° de 1945, que reivindicó las banderas de movimientos quienes pretendían fortalecer las condiciones de trabajo.
Algunas que se contemplaron dentro de la ley fueron el salario mínimo, las horas extra, la reglamentación del trabajo nocturno, el pago dominical, entre otros temas.
1966: la marcha del hambre
Los maestros del Magdalena emprendieron una travesía hasta la Plaza de Bolívar, en Bogotá, en el que exigían mejora en la calidad educativa, ya que las condiciones económicas y políticas no eran las más favorables durante la época.
Bajo la consigna “Por Colombia, por la educación ¡hasta la muerte!”, lograron cambios en el Ministerio de Educación, la creación de los Fondos Educativos Regionales y la profesionalización de los docentes.
1977: paro cívico
El Gobierno de López Michelsen fue objeto de movilizaciones en todo el país, ya que durante este se alcanzaron niveles altos de inflación, carestía entre la población civil y problemas en la situación de los campesinos.
Por eso, se le exigió mejoras en el salario, supresión del estado de sitio, derechos laborales y entrega de tierras a los campesinos por medio del Incora.
Sin embargo, este momento histórico ensombreció las luchas laborales en Colombia, dejando a su paso un saldo de 33 muertos y 3000 heridos. Así mismo, pocos logros se alcanzaron, limitándose en materia de salarios.
1991: la nueva Constitución y el derecho al trabajo
Con los acontecimientos de la Asamblea Nacional Constituyente, surgió la discusión alrededor del derecho al trabajo, donde se alcanzó la creación de artículos que lo garantizaron para el pueblo colombiano. Entre ellos se encuentra:
Artículo 25. El trabajo es un derecho y una obligación social y goza, en todas sus modalidades, de la especial protección del Estado. Toda persona tiene derecho a un trabajo en condiciones dignas y justas.
Artículo 39. Los trabajadores y empleadores tienen derecho a constituir sindicatos o asociaciones, sin intervención del Estado. Su reconocimiento jurídico se producirá con la simple inscripción del acta de constitución.
Artículo 54. Es obligación del Estado y de los empleadores ofrecer formación y habilitación profesional y técnica a quienes lo requieran. El Estado debe propiciar la ubicación laboral de las personas en edad de trabajar y garantizar a los minusválidos el derecho a un trabajo acorde con sus condiciones de salud.