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Puente colonial del Guamo, Tolima: un mito en la campaña de Simón Bolívar

Las opiniones de académicos sobre el paso Bolívar por este puente han hecho germinar un mito identitario entre los residentes del municipio.
Fotos: Blog Guamo: Paz y Región
Fredy Nagles,

En Guamo, suroriente de Tolima, hay un puente colgante que conecta dos grandes sectores de este municipio, divididas a la mitad por el río Luisa, en dirección NW-SE, afluentes del río Magdalena. La estructura, conocida como Puente Viejo, Puente Colonial, Puente Centenario o Puente Calicanto, guarda una historia que muchos buscan confirmar y otros ponen en duda: moradores y algunos académicos aseguran que Simón Bolívar cruzó de Santa Fe hacia Ecuador por ese puente durante la Campaña Libertadora, pues se cree que durante ese periodo era paso obligado entre el centro y el sur del país.

Quien asegura que Bolívar pasó por ese puente es el académico y presidente en 1988 del Círculo de Periodistas de Bogotá, Rafael Gálvez Lozano. De acuerdo a sus observaciones, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios cruzó cuatro veces la estructura.

“La primera vez pasó en 1821, durante la Campaña Libertadora; posteriormente, regresó hacia 1826 a Santa Fe de Bogotá; volvió a bajar el 31 de diciembre de 1829 pasando por Purificación y bajando hasta Perú; y, finalmente, en 1830 regresó con rumbo a la ciudad de Santa Marta, ya al final de sus días. Eso está completamente comprobado. Inclusive, sabemos que aquí en Guamo pernoctó”, dijo Gálvez Lozano.

De acuerdo con el documento ‘Postulación inventario Patrimonio Cultural Material del municipio de Guamo – Tolima’, la actual estructura del puente data de 1933 por una remodelación. Sin embargo, la decisión de habilitarlo para el paso de vehículos hizo que en 1942 colapsara y se derrumbara por el peso de un bus escalera, por lo que hubo que reconstruirlo. Después de la caída del puente decidieron levantarlo, esta vez con partes de rieles de ferrocarril, agrega.

“Antes del puente que hoy existe hubo uno mucho más pequeño que era una réplica del Puente de Boyacá; pero ese puente lo desbarataron (hacia principios de los años 30). Hace 20 años, cuando empezamos a hacer gestiones para declarar este puente como patrimonio histórico, se cuestionó de que no podía tener tantos años porque tenía rieles de ferrocarril. Pero lo que sucedió fue que metieron una chiva (bus escalera) cargada de arena y obviamente no soportó y se fue abajo el puente. Coincidió con que nuevamente llegó el ferrocarril, entonces Ferrocarriles Nacionales regaló los rieles y hoy en día las tablas del puente están sostenidas sobre rieles de ferrocarril”, señaló Rafael.

Puente colonial

Guamo: caminos y colonia

Aprovechando los caminos abiertos inicialmente por los indígenas, los españoles adecuaron la conexión entre las provincias de Neiva y Mariquita durante el periodo del Virreinato de Nueva Granada. Pedro Bernardino Sosa Rubio, miembro de la Academia Tolimense de Historia, explica en ese sentido que las poblaciones de la jurisdicción provincial de Neiva, como Purificación, Ataco, Coyaima, Natagaima, Dolores, Alpujarra, se comunicaban por algunos caminos por medio del río Magdalena y estos pasajes. Luego de que la Provincia de Neiva en febrero de 1814 se declara Estado Libre de Neiva, y Mariquita hiciera lo propio en diciembre del mismo año, se fortalece el uso de estos trayectos coloniales.

“Lo que se sabe es que algunos caminos fueron abiertos por los españoles, como la ruta entre Santa Fe de Bogotá y el puerto de Honda, así como el de Mariquita hacia Ibagué. Uno de los caminos importantes fue el abierto hacia una población muy pequeña que se llama el Valle de San Juan, de ahí se podía pasar a San Luis, se llegaba a Guamo y luego a Purificación. Esos caminos nacen para conectar las diferentes provincias con Santa Fe. Se ha comprobado que Bolívar sí estuvo en el Tolima, pero en Espinal, años después pasó por Purificación. En ese sentido, Bolívar pasó, más que todo, por el camino principal, que iba desde Santa Fe hasta la Provincia de Neiva”, señaló el historiador.

Sin embargo, Sosa Rubio no descarta que Bolívar posiblemente sí hubiese, al menos, pernoctado en Guamo. “Cuando iba a la Campaña del Sur, el libertador pasa por Espinal y Purificación en diciembre de 1821, luego pasa en 1826 cuando viene del alto Perú camino hacia Santa Fe de Bogotá y, a su regreso, pasa en 1828. […] En Ibagué, Bolívar estuvo en enero de 1830. Es que había muchos caminos, como los pasos naturales en Icononzo que llegaban a Melgar; pasó, pero no pernoctó”, puntualizó.

Puente Centenario

Un puente, cuatro nombres

Actualmente, se le conoce con el nombre popular de ‘Puente de Tabla’ debido a que la estructura del piso hoy en día es de madera. También recibe el nombre de ‘Puente Colonial’, porque se cree que fue construido entre 1550 y 1810, periodo conocido como La Colonia (de lo que aún no se tiene certeza, según lo dicho por algunos académicos).

Los guamunos le llaman también ‘Puente Centenario’ porque el alcalde municipal que ejerció en 1983 celebró el centenario del puente. Sin embargo, esto descartaría que esta estructura haya sido levantada en la época de La Colonia. Finalmente, también lo conocen como ‘Puente Calicanto’, debido a que fue construido con una modalidad de construcción conocida como calicanto, que consiste en unir las piedras con argamasa sin ningún orden de hiladas o tamaños y usada entre los siglos XI y XV del Medioevo.

Identidad desde la tradición oral

Según Rafael Bernal Medina, en su libro ‘La Ruta de Bolívar’, en ninguna parte se encuentra un relato que diga que Simón Bolívar alguna vez pasó por ese puente. Más allá que el general y las tropas de la Campaña Libertadora hacia los países del sur hayan o no pasado por este viejo puente en el Guamo, estos relatos han enriquecido el mito del Libertador Viajero y han convertido a esta municipalidad tolimense en un referente turístico.

Hoy, cientos de residentes conocen el mito de Bolívar y su supuesto paso por Puente Viejo o Puente Centenario. Y aunque con orgullo, algunos residentes la cuentan, se siente la intriga de conocer también y con claridades históricas, los elementos que les permitan afianzar la identidad sobre este mítico relato.

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