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El centro histórico de Valledupar, corazón de la cultura vallenata

La capital del Cesar ha sido escenario de la primera Feria del Libro, que en este mes de junio permitió a los amantes de la literatura disfrutar de 40 eventos y compra de libros.
Centro histórico de Valledupar: historia, literatura y vallenato
Foto: Andrés Llamas Nova
Andrés Llamas

Desde la tarima ‘Francisco el Hombre’ se puede ver el centenario palo de mango, árbol patrimonial de Valledupar, y el monumento la ‘Revolución en Marcha’, de Rodrigo Arenas Betancourt, dos testigos mudos de las batallas de los juglares por alcanzar la corona de rey vallenato. 

Alejo Durán, Nicolás ‘Colacho’ Mendoza, Calixto Ochoa, Alberto Pacheco, Luis Enrique Martínez, Miguel López, Alfredo Gutiérrez y muchos más hombres que salieron de las fincas y sembrados con su acordeón a tratar de emular lo que ‘Francisco el Hombre’ hizo con el diablo: vencer a su adversario. 

Literatura en Valledupar: evento trueque literario

En páginas de escritores cesarenses, guajiros, magdalenenses, como el gran Gabo, están las historias de esta tierra legendaria, epicentro del desarrollo social, político, económico y cultural del norte del país, junto con Riohacha, Fundación y otros rincones del Magdalena Grande. 

El mismo nobel fue jurado del concurso de acordeones profesionales del Festival Vallenato en 1992, una parranda gigante en la cual, a través de ‘conversaciones etílicas’, se hablaba del Boom Latinoamericano, pero también de los cantos de Escalona, Leandro Díaz, Tobías Enrique Pumarejo y por supuesto de Manuel Zapata Olivella.

Todo lo que se pueda contar pasó u ocurrió en el centro histórico, una aldea de  8 manzanas fundacionales, de los años 1600, que se están cayendo a pedazos hace años, mientras que así, desvencijadas, siguen siendo el fondo de todas las fotografías icónicas de quienes llegan a la ciudad a disfrutar todo tipo de foros, conversatorios, festivales, encuentros y ferias, como la primera Feria del Libro de Valledupar, FELVA, que luego de años de búsqueda vio la luz este junio. 

Dos cosas sorprenden a los visitantes a Valledupar: es una ciudad verde, llena de árboles en todos los corredores públicos y también en los frentes y patios de las casas. La arborización es, junto con el vallenato y el río Guatapurí, su mayor orgullo. Pero también es una ciudad en la que no se encuentra un solo acordeón en las calles, como suponen los turistas. 

El ruido de este arrugado y melancólico instrumento aparece en vísperas de abril y el máximo jolgorio concluye el 1 de mayo cuando ya se sabe quiénes son los reyes y reinas del acordeón y otras manifestaciones culturales que se disfrutan en el Festival de la Leyenda Vallenata.

Una tercera cosa cada día cobra más relevancia en las tierras de Pedro Castro. Los libros se recobran su importancia en el tejido social, por lo menos el del centro histórico. Ya había pasado antes cuando se realizó la ‘Palabra Encantada’, un encuentro de lectura en voz alta y conversación en 2014. También con ‘La palabra mayor’, que en 2017 pretendía promover la lectura en la ciudad de los mangos y los acordeones de abril.

Las anteriores han sido iniciativas de los gobiernos locales en sus periodos y el desarrollo de estas ha sido corto. Una estrategia particular, y por lo tanto más notable, esforzada y quijotesca, ha permanecido en el tiempo desde 2019. Se trata del ‘Trueque Literario’, un evento de la comunicadora social y periodista, Luz Andrea Gómez Brito. 


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Esta joven amante de la literatura ha desarrollado una tarea permanente de promoción de la lectura, que por supuesto ha saltado a las redes sociales en donde crea contenidos que invitan a conocer a García Márquez, a Borges, a Faulkner, a Gabriela Mistral, William Ospina, entre otros. 

“En Valledupar hacían falta espacios donde los lectores, libreros y escritores pudieran dar a conocer sus obras y que los lectores pudieran interactuar entre ellos, dar a conocer que Valledupar no solo es escenario de parranda, música, también hay otras artes como la literatura y el teatro que tienen su público en la ciudad”, expresó. 

Gracias al ‘Trueque Literario’, muchos jóvenes y adultos encontraron un momento de la vida para conocer a otros que aman los libros y poder compartir experiencias sobre la lectura personal, intercambiar ejemplares y congregarse para ser lo que son: intelectuales, curiosos, tímidos con los que no leen, melancólicos…

Por estos días han vivido un verdadero trueque literario el exministro, escritor y profesor Alejandro Gaviria, quien compartió con los vallenatos su obra ‘No espero hacer ese viaje’. También la periodista, investigadora y escritora Diana López Zuleta. Ella disertó sobre su libro ‘Lo que no borró el desierto’ con todos los curiosos que deseaban conocer a esta valiente mujer del Cesar. 

Literatura en Valledupar: evento trueque literario

William Ospina, poeta, novelista, ensayista, se sentó en la Casa de la Cultura de Valledupar a hablar de ‘Pondré mi oído en la piedra hasta que hable’ y otros libros, así como de sus momentos con Gabriel García Márquez, tópicos que fueron enriquecidos por Jaime Abello Banfi, director de la Fundación Gabo. Hasta el presidente de la Cámara de Representantes, David Racero, tuvo a bien hablar de Reset, su libro, y sin lugar a duda sobre la coyuntura política. 

Todo esto pasó en el centro histórico en el marco de FELVA, la feria que por fin vio la luz en Valledupar, la ciudad que es y siempre ha sido literaria, aunque hagan más bulla los cantos de vaquería y el anecdotario de los juglares vallenatos, historias que antes, durante y después del Festival Vallenato, aparecen en los libros de navegantes, investigadores y trotamundos franceses, ingleses y portugueses, que dejaron sus apellidos aquí. 

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