La literatura desempeña un papel fundamental en la etapa de Educación Primaria: ofrece al alumnado entretenimiento, a la vez que mejora su comprensión lectora y su vocabulario, fomenta habilidades lingüísticas, enriquece su mundo imaginativo…
En este contexto, El Principito de Antoine de Saint-Exupèry emerge como una obra atemporal que ha cautivado a lectores de todas las edades desde su publicación en el año 1943. Su mensaje y su gran riqueza narrativa convierten este libro en una herramienta muy valiosa para el trabajo en el aula, adaptándose a las necesidades y experiencias de los niños y niñas de hoy en día.
Una obra que cambia (y mejora) con los años
Como el buen vino, El Principito mejora con los años; esta quizá constituya una de las características que hacen que esta obra sea tan especial.
Mis estudiantes suelen sorprenderse cuando antes de empezar a leer el libro en clase, les digo: “Cuando terminéis de leerlo lo guardáis en un cajón, dejáis que pasen unos años y volvéis a leerlo; os daréis cuenta de que, aunque las páginas, las frases y los dibujos siguen siendo los mismos, ¡el libro habrá cambiado! Ya no lo entenderéis de la misma manera”.
Y es que El Principito, ese libro aparentemente “infantil” (si solo tenemos en cuenta sus dibujos y su finura), es único en su capacidad de ofrecer diferentes lecturas e interpretaciones según la edad y madurez del lector. La capacidad de la obra para adaptarse y revelar nuevas capas de significado con el paso de los años la convierte en un tesoro pedagógico inigualable.
Valores y enseñanzas
A través de la exploración de los temas universales que se abordan en la obra, el alumnado desarrollará una comprensión más profunda de sí mismo y del mundo que le rodea. La amistad, la empatía, el amor, la imaginación, la ilusión, la disciplina, la honestidad: todos estos temas resuenan de manera especial en las mentes del alumnado en esta etapa del desarrollo, identificándose fácilmente con las experiencias del principito.
En ese sentido, es importante que el profesorado haga de guía y facilite la reflexión en el aula con el objetivo de que se profundice sobre estas cuestiones y que los conceptos abstractos puedan aplicarse a las propias experiencias de cada uno.
Al integrar este libro en el currículo escolar, el profesorado puede cultivar no solo el amor por la lectura, sino también valores fundamentales.
Aplicaciones en el aula
El Principito puede ser un recurso educativo interdisciplinar con multitud de posibilidades (en todas las materias del currículo escolar). Algunas de ellas podrían ser las siguientes:
Lectura oral en el aula y ejercicios de comprensión lectora (cuaderno actividades)
Expresión escrita: escritura de diálogos inventados por los alumnos entre el principito y sus diversos encuentros con diferentes personajes, creación de un cómic, reescribir nuevas versiones de algún capítulo, finales alternativos, redacción de cartas desde la perspectiva de los personajes…
Representación teatral de escenas donde el alumnado explore diferentes roles y practique habilidades de expresión corporal.
Debates: discusión sobre temas profundos como la importancia de la empatía, la tolerancia, la búsqueda del sentido de la vida.
Desarrollo de competencias socioemocionales: exploración de las relaciones y emociones presentes en la obra. ¿Cómo se sintió el principito en cada momento?
Educación en valores: analizar los valores que se transmiten en la obra, reflexionar sobre cómo pueden ser aplicados en nuestro propio entorno.
Educación ambiental: promover la conciencia ambiental a través de la historia del asteroide del principito (amenazado por los baobabs), investigar sobre problemas ambientales actuales y proponer soluciones creativas para abordarlos que partan de la preocupación del principito por mantener su pequeño mundo limpio y ordenado.
Geografía: planetas, sistema solar, explorar y localizar las referencias geográficas presentes en la historia (como el encuentro del principito con el piloto en el desierto).
Ciencias Naturales: explorar la relación entre el hombre y la naturaleza (relación del principito con el zorro y del principito con la rosa), diseñar proyectos sobre conservación de la naturaleza y la biodiversidad.
Inglés (y otras materias de idiomas): explorar vocabulario y estructuras gramaticales, actividades de traducción.
Actividades de investigación y búsqueda de información sobre la vida de Antoine de Saint Exupèry.
Educación Artística: actividades de pintura inspiradas en las ilustraciones del libro, diseñar nuevos planetas, creación de dibujos inspirados en los personajes y escenarios del libro…
13. Elaboración de lapbooks (carteles interactivos) con los contenidos clave del libro representando el viaje del Principito por cada uno de los planetas.
Recursos complementarios y adaptaciones
Para enriquecer la experiencia de aprendizaje del alumnado, existe una gran variedad de recursos complementarios disponibles:
Versiones ilustradas del libro.
Audiolibros.
Adaptaciones cinematográficas (en caso de utilizar la película en el aula, es recomendable que su visualización sea siempre después de haber leído el libro).
Serie (31 capítulos).
Juegos de mesa.
Ediciones bilingües para utilizar en la enseñanza de segundas lenguas (Inglés, Francés…) y también en asignaturas de lenguas cooficiales (gallego, catalán, valenciano y euskera).
Edición en braille.
Edición con pictogramas.
Obras de teatro.
Las anteriores herramientas y recursos adicionales pueden ayudar al alumnado a visualizar la historia de nuevas maneras, profundizando así la comprensión de los temas y mensajes que se transmiten.
Conclusión
En el aula de Educación Primaria, El Principito puede convertirse en una guía muy valiosa para trabajar multitud de valores fundamentales. Sin embargo, su verdadero valor radica en la capacidad de enseñar a mirar más allá de lo evidente, a explorar el mundo con el corazón en lugar de con los ojos. Porque, tal y como nos recuerda su autor: “Lo esencial es invisible a los ojos”.
De este modo, al integrar esta obra en el currículo escolar, no solo se fomenta el amor por la lectura, sino que también se cultiva la sensibilidad, la compasión y la empatía. Y es precisamente esta combinación de aprendizaje cognitivo y emocional la que deja una huella imborrable en las mentes y en los corazones de quienes se atreven a explorar este universo literario.