Juan Perdomo: ilustrando libros para darle al lector dos visiones de la historia
Juan Perdomo Farfán no intuyó en un comienzo que su gusto por los libros y la literatura terminaría llevándole por un inesperado camino en el que, en medio de líneas, trazos y colores, acompañaría los relatos de diferentes textos y autores.
Hoy es, de hecho, un reconocido ilustrador editorial que es como se conoce a quienes, como él, reciben un texto bibliográfico antes de salir a la luz pública, lo leen con detenimiento y crean imágenes que irán junto al libro -en la portada y, muchas veces, también dentro de él-.
Sin embargo, la tarea de Juan Perdomo es una escritura visual que no repite lo que ha narrado quien escribe. “En mi caso”, explica, “siempre trato de acudir a las metáforas visuales. Es decir, cómo puede uno no redundar en lo que ya dice el autor sino proponer cosas nuevas al lector para que esa imagen sea un complemento de la escritura”.
Él señala que ese proceso, complejo en sí mismo, ha tenido un fundamento que le ha facilitado las cosas. “Yo siempre tuve vocación de buen lector. Los libros han estado presentes en mi vida. A partir de ese gusto por la literatura, por los libros, me encarrilé con la ilustración editorial”.
Como le gustaban las artes plásticas y el dibujo, estudió diseño gráfico. Pronto, como también afirma, “me fui encaminando especialmente por la ilustración editorial”.
A esa ruta ha dedicado los últimos diez años en los que ha llevado a cabo “proyectos con diferentes editoriales y con diferentes autores, especialmente de literatura infantil y juvenil”.
“He podido desarrollar una carrera en el mundo editorial, sobre todo en el mundo de la ilustración, que hoy en día es muy importante para la promoción de la lectura y la circulación de libros, tanto en Colombia como en América Latina”, añade.
Su primer reconocimiento internacional fue de la Universidad de Palermo, en Argentina. La Universidad -comenta- “realiza el catálogo ‘Iberoamérica ilustra’ que recoge a ilustradores latinoamericanos y publica anualmente lo mejor de la ilustración editorial. He podido estar en dos oportunidades en ese catálogo, compartiendo páginas con colegas de América Latina y de España, y eso me ha llenado de satisfacción. En otros proyectos he podido que mis ilustraciones sean expuestas en Suecia y en diferentes partes también de acá de Colombia”.
De regreso al Huila, donde es también profesor de artes, Juan Perdomo destaca su alegría al trabajar para publicaciones de autores locales.
“He podido intervenir en proyectos editoriales y libros de autores huilenses y eso me ha llenado de mucho orgullo porque durante muchos años ilustré y trabajé proyectos editoriales de autores de fuera. Y eso es bien importante para mi oficio y para mi carrera”, indica.
Ilustrar un libro es un proceso complejo: “Las editoriales nos buscan, nos presentan un proyecto y nos ponen a leer de qué se trata la obra literaria: si es un libro de cuentos para niños, un poemario o una novela. A partir de la lectura se proponen unas imágenes que luego se comparten con los autores y los editores”.
Esa decisión final pasa primero por la creatividad del ilustrador que, como agrega Juan, “siempre trato de que sea complementario, pero al mismo tiempo algo distinto para que el lector logre la satisfacción de tener en sus manos dos lecturas, dos visiones diferentes de una misma obra: una de quien escribió y otra del que ilustró”.
Y concluye: “en algunas ocasiones el libro o el texto no requiere ilustraciones internas sino solamente la cubierta. La ilustración para niños sí es un reto mayor porque los niños están consumiendo muchos libros y hoy no se sorprenden tan fácilmente como antes. Pero siempre es un desafío y creo que es lo que más se ha hecho en mi carrera como ilustrador, reencontrarme con ese trazo o con esa memoria infantil que uno siempre guarda”.
