La historia de Colombia no puede entenderse sin el río Magdalena. En el pasado, cuando no existían las tecnologías de la información y la comunicación que tenemos hoy en día, la vida económica y cultural del país dependía de lo que subiera o bajara por el río. Por él se iba del interior al Caribe, donde partían los barcos para Norteamérica y Europa. Navegando sus aguas entraban al interior mercancías, libros y personas. Era nuestra autopista hacia el mundo.
Por lo tanto, no debe extrañar que mucha de nuestra literatura tenga al Magdalena como universo narrativo. Son comunes en nuestra narrativa las referencias a su majestuoso cauce, leer sobre las orillas repletas de caimanes asoleándose, las referencias a sus aguas rebosantes de peces y las historias que transcurren en las poblaciones que se alzan en sus márgenes. El río Magdalena es parte del ADN de nuestra literatura.
A continuación, comparto algunas obras donde el río Magdalena está presente. Lo hago como una invitación a que lo visitemos, no sólo yendo a sus aguas, sino también con la imaginación.
El general en su laberinto - Gabriel García Márquez
En este libro, publicado por primera vez en 1989, García Márquez se atreve a relatar uno de los periodos de la vida de Bolívar que permanecen en la penumbra: el viaje que realizó desde Santa Fe de Bogotá hasta a la costa Caribe, para intentar irse de América a exiliarse en Europa. En el libro vemos a un Bolívar poderoso, pero derrotado; con el cuerpo y el ánimo herido de tanto luchar. Sus días pasan desesperanzados, viendo cómo el país que se esforzó en liberar ahora lo despide casi en el anonimato y el desagradecimiento.
En esta novela, Bolívar es más un viejo achacoso, que el héroe admirado por todo un continente. Y su decrepitud se siente todavía más por cómo padece los contratiempos que tiene el viaje por el Magdalena. La vida avanza como en una angustiante cámara lenta, donde el sopor asfixia y el calor embriaga, donde los zancudos parecen vampiros y las orillas del río Magdalena son murallas verdes que nadie puede atreverse a cruzar, so pena de querer ser devorado por los jaguares o mordido por las serpientes.
Una holandesa en América - Soledad Acosta de Samper
Esta novela fue originalmente publicada por entregas en el folletín del periódico bogotano La Ley, en el año 1876. Después, en 1888, se publicó en formato de libro, impreso por A. Bethencourt e hijos editores. Esta es una obra fundamental de nuestra narrativa por cómo aborda las problemáticas de ser mujer en Colombia durante el siglo XIX. Uno de los pasajes más intensos es cuando Lucía, la protagonista, narra su recorrido desde la costa Caribe hasta el centro del país por el río Magdalena.
Esta es una experiencia nada placentera, por la sensación de estar recorriendo terrenos salvajes y aterradores. Sin embargo, el viaje le sirve a Lucía para conocer las costumbres de Colombia, probar sus diferentes comidas y acercarse a la diversidad que nos caracteriza. Con este recurso Soledad Acosta logra que sus lectores también viajen por el río y recorran un país que era completamente desconocido para muchos en ese entonces, y quizás todavía hoy.
Biblioteca del río, un proyecto de la editorial Diente de león:
El editor bogotano Ricardo Alonso diseñó un proyecto editorial que busca publicar libros clásicos de nuestra literatura nacional donde se cuente el río Magdalena. En esta empresa cuenta con el apoyo de Carmen Elisa Acosta, profesora de literatura de la Universidad Nacional. El proyecto empezó con la publicación de la novela ‘La maldición’, de Manuel María Madiedo, y ‘Tránsito’, de Luis Segundo de Silvestre. Ambos títulos lograron publicarse porque la editorial fue beneficiada por el programa de estímulos del Ministerio de Cultura.
Los otros títulos que componen la colección son: ‘Y otras canoas bajan el río…’, de Rafael Caneva (publicada por primera vez en 1957); ‘Pescadores del Magdalena’, de Jaime Buitrago; ‘La venturosa’, de Ramón Manrique (publicada originalmente en 1947) y ‘En el brazo del río’, de Marbel Sandoval Ordóñez.
‘La maldición’, publicada originalmente por entregas en el periódico ‘El mosaico’ entre 1859 y 1860, es probablemente la primera novela colombiana que tiene al río Magdalena como protagonista. Es una obra que relata detalladamente las costumbres de los habitantes de la rivera, contando cómo conviven con el indómito río.
‘Tránsito’ cuenta la historia de Andrés, un joven administrador de los negocios de la familia, y Tránsito, una joven campesina que escapa de don Urbano, el propietario de las tierras donde vivía. Andrés y Tránsito se conocen en una balsa y se enamoran, pese a que son conscientes de que esa historia no tendrá un final feliz, dado que pertenecen a clases sociales diferentes. En esta novela se refleja cómo a las mujeres del siglo XIX les era imposible el ascenso social por medio del matrimonio, cuando era común que los hombres se casaran con mujeres de mayor rango. Acompañándolos en sus conversaciones, recorremos, no solo el Magdalena, sino toda la exuberancia del país.
‘Y otras canoas bajan el río…’ tiene como protagonista a El Cabezón, una comunidad pesquera cercana a El Banco, en la rivera del Magdalena. Esta es una novela que presenta la lucha de esta comunidad por superar las desigualdades que trajo la modernización. Una lucha en la que, de todos modos, se intentan mantener vivas las tradiciones ancestrales en un mundo que cambia velozmente.
‘Pescadores del Magdalena’ es una novela de mirada etnográfica que retrata la dura vida de los pescadores a comienzos del siglo XX. Es una obra importantísima para entender la identidad de los habitantes de esa región, pues está construida con un impresionante realismo que permite adentrarse en, por ejemplo, las técnicas de navegación y las tradiciones culturales y musicales. De ese modo, construye un retrato de la marginalidad en la que se encuentran ciertas comunidades del país.
‘La venturosa’ es una obra que conecta hechos históricos, personajes míticos y eventos fundamentales de nuestra historia nacional, como la Guerra de los Mil Días. Mediante una combinación de ficción y realidad, historia y mito, este libro desentraña elementos socioculturales que engendraron la guerra civil, poniendo en consideración el papel de los fanatismos religiosos y políticos.
‘En el brazo del río’ narra la masacre ocurrida en 1984 en la vereda Vuelta Acuña, del municipio de Cimitarra, localizada en uno de los brazos del río Magdalena. En esta se cuenta, a partir de la mirada de dos adolescentes, la desgarradora violencia que ha ocurrido en el campo colombiano, en particular en las regiones que rodean el río Magdalena. De ese modo, el libro se convierte en una invitación a romper nuestros círculos de violencia y a encontrar nuevas formas de resolución de conflictos.