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Falleció ‘Carolo’, el creador del Festival de Ancón

Diferentes personalidades han manifestado sus condolencias por la partida de uno de los referentes culturales más queridos de Medellín.
Foto: cortesía Gonzalo Caro Maya 'Carolo'.

A consecuencia de un paro cardiorrespiratorio después de haber sido intervenido quirúrgicamente hace dos días por cuenta de una peritonitis, y a pocas semanas de haber estado de nuevo en el ojo de todo Colombia por la celebración de los 50 años del Festival de Ancón, del cual fue alma y nervio, falleció hoy en la ciudad de Medellín el gestor cultural Gonzalo Caro Maya, mejor conocido como ‘Carolo’.

Carolo estudió Economía en la Universidad de Antioquia, y desde muy joven sintió el llamado de la música y la filosofía del movimiento hippie. En su adolescencia, durante el apogeo del "peace and love" en el mundo, abrió su propio almacén de ropa en el pasaje Junín Maracaibo, del centro de Medellín.

Hasta ‘La caverna de Carolo’ llegaron todos los músicos y poetas adscritos al Nadaísmo para juntarse, escuchar música y enrollar uno que otro cigarrillo, no precisamente de tabaco.

Justamente, su amistad con Gonzalo Arango y su esposa Angelita, Eduardo Escobar, Jotamario Arbeláez y otros integrantes del Nadaísmo, lo llevó a exiliarse con ellos en la isla de San Andrés. Allí, en la playa, tuvo una visión que se concretaría en junio de 1971, en forma de festival de rock, el primero de gran alcance en Colombia.

"La idea de Ancón nació en medio de un viaje, de una alucinación", recordaba Carolo para Radio Nacional. "Yo recuerdo que Gonzalo Arango decía: '¡Se nos chifló la mascota!', pero yo le insistí que iba a convertir esa idea en una realidad". Al día siguiente viajó a Bogotá, donde conoció a Álvaro Díaz, a Edgar Restrepo Caro y a Humberto Caballero, hippies como él, que ya tenían experiencia en la logística de conciertos y festivales. Juntos se embarcaron en esa aventura llamada Festival de Ancón, en un escenario hechizo montado en una explanada en las afueras de la ciudad de Medellín.

En total fueron tres días de música y paz, entre el 18 y el 20 de junio de 1971, con la presencia de unas 15 bandas entre las cuales se encontraban La Columna de Fuego, La Planta, la Banda de Marciano, Terrón de Sueños, La Gran Sociedad del Estado, Hope, Limón y Medio, Los Riders, Galaxia, Stone Free, Johnny Richard y otras agrupaciones pioneras del rock de aquel entonces. Desde ese momento, Ancón quedó cifrado en la mente de los colombianos como nuestro propio y muy criollo Festival de Woodstock.

El creador del Festival siempre recordaba la manera en que el alcalde de Medellín, Álvaro Villegas, había apoyado la iniciativa sin objetarla, mientras que la curia de su ciudad se vino lanza en ristre. “Tulio Botero Salazar, arzobispo de la ciudad, dijo que quienes fueran a Ancón cometían pecado mortal y que los organizadores quedábamos excomulgados”, recordaba. “Pero a mí nunca me llegó nunca la comunicación de la Santa Sede, o sea que mi excomunión no se hizo efectiva”, decía.

Carolo continuaba activo en la gestión cultural. Hace unas dos décadas había escrito junto a Carlos Bueno el libro de memorias ‘El Festival de Ancón, del quiebre histórico a la quiebra histórica’, y desde 1994 dirigía una revista mensual llamada El Pellizco. Algunos amigos estaban planeando para él un homenaje en el reinaugurado teatro Carlos Vieco de la capital antioqueña, al cual no pudo asistir debido a sus últimas dolencias.

Álvaro Narváez Díaz, secretario de Cultura Ciudadana de Medellín, manifestó sus condolencias a través de Twitter: “Carolo se atrevió a ir más allá, en medio de una sociedad ultraconservadora con el Festival Ancón en 1971. Uno de los referentes culturales más queridos de Medellín, hoy nos deja. Su legado sigue”.

Por su parte, el escritor Reinaldo Spitaletta dijo: “Adiós a Carolo, forjador del Festival Ancón 71, y un personaje de Medellín. Gran catador de maracachafa”.

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