Por: Javier Hernández Cruz.
Siempre que se habla de este conjunto de islas en el argot diplomático colombiano, se habla de las razones históricas por las cuales son territorio colombiano y no de Nicaragua. Esa historia se remonta al mismo momento de la conquista de esta región del Caribe.
Ahora bien, la distancia entre la costa caribe colombiana y el Archipiélago de San Andrés y Providencia es más larga (720 km desde Cartagena) que la que hay con la costa de Nicaragua (215 km desde Laguna de Perlas). Sin embargo, ¿Por qué este conjunto de islas hace parte de Colombia? En este vínculo hay ante todo una voluntad y compromiso de los habitantes de las islas por ser colombianos.
Para conocer este proceso hay que adentrarse en la memoria diplomática del país a través de obras como el Libro Blanco de Colombia, o los estudios de un autor como Enrique Gaviria Lievano, que ha investigado ampliamente el tema del archipiélago desde el punto de vista histórico y diplomático.
En el comienzo fue la Veragua
En una etapa de su historia el territorio que dependía de lo que hoy es Colombia era inmenso e incluía, en el occidente del mar Caribe, no solo a Panamá sino a las costas de la actual Costa Rica y Nicaragua, lo que se conoce como la costa de Mosquitos o la Mosquitia.
La entidad territorial que tuvo jurisdicción sobre esa zona fue el Virreinato de la Nueva Granada desde el siglo XVIII y posteriormente Colombia, que, por diversos tratados diplomáticos, perdió a través del siglo XIX y XX el dominio sobre esta porción de tierra continental. Sin embargo, de esa jurisdicción quedó el archipiélago, cuyos habitantes adhirieron al proyecto colombiano desde 1822.
Ahora bien, los límites de esta porción de América Central fueron establecidos por la corona española desde el siglo XVI. España estaba en el proceso de reconocimiento de los territorios que iba conquistando y para esto debía asignar a particulares porciones de territorio. Esa región en especial se conoció como Veragua y comprendía desde el Golfo de Urabá hasta el Golfo de Gracias a Dios (norte de la actual Nicaragua). Incluía también la jurisdicción sobre las islas adyacentes a la costa Caribe.
El flagelo del contrabando
Por diferentes razones políticas y económicas la Veragua cambió varias veces su forma de ser administrada a través de poco menos de tres siglos hasta comienzos del siglo XIX. La principal razón, que definió la suerte administrativa de este territorio, fue la presencia de los ingleses en el Caribe. En este sentido el contrabando inglés amenazaba el monopolio comercial que ejercía España en sus colonias. El Rey de español incluso llegó a considerar el contrabando como un pecado.
Para Gaviria Lievano en su obra sobre San Andrés y la Mosquitia, “a través del contrabando se fueron fortaleciendo aquellos vínculos ya existentes entre los habitantes de nuestros puertos y los de las Antillas holandesas, inglesas y danesas y otras poblaciones del Caribe”. Y es que la ubicación de la Mosquitia y sobre todo su cercanía al istmo de Panamá, la convirtieron en un lugar muy codiciado, a pesar del malsano clima que tenía. “Inglaterra consideraba esa costa como el centro ideal de sus operaciones mercantiles y el punto estratégico para la penetración inglesa en el Caribe”. Esto, sumado a la dificultad de ejercer soberanía en la región, por parte de España, generaron un sinnumero de conflictos entre los dos imperios.
¿Y San Andrés qué?
Tras varios tratados entre las dos naciones durante el siglo XVIII, en los que se jugó la suerte de la costa de Mosquitos y el Archipiélago de San Andrés, se definían la jurisdicción y los habitantes que debían poblar dicho territorio. Entre las condiciones de uno de los tratados estaba la clausula de que los súbditos del Imperio Británico, que poblaran costa e islas, debían ser trasladados a terrenos que tuvieran gobierno directo inglés. Sin embargo, dos cédulas reales españolas de mayo de 1782 conceden el deseo expreso de permanecer, por parte de los habitantes del Archipiélago de San Andrés. Esa cédula real es el primer paso que define su suerte y el vínculo con la corona española.
El vínculo definitivo con el Virreinato de la Nueva Granada se selló con la Real Orden del 30 de noviembre de 1803 que quitaba la jurisdicción de la Capitanía General de Guatemala sobre la Mosquitia y las islas, y se le agregaba al Virreinato. Las razones para este hecho las define esa cédula real que habla de la convenienca fiscal, administrativa, legal, militar, religiosa y humana para depender de Santafe.
Tras la independencia
El 23 de junio de 1822 los habitantes de la isla de Providencia, y casi un mes después los de San Andrés, juran voluntariamente obediencia a la Constitución y al estado, ya independiente, de Colombia. Según Gaviria Lievano “para esos días, la imagen de la República independiente y soberana se había afirmado por completo en la conciencia de América, y todas las gentes se rendían sin reservas a esa evidencia”.
La costa de la Mosquitia continuaría siendo oficialmente, aunque no soberanamente, colombiana hasta la firma del Tratado Esguerra-Barcenas en 1928, cuando el país reconoció la soberanía de Nicaragua sobre esta porción de costa y las islas Mangles. En contraposición, Nicaragua reconocía la soberanía colombiana sobre el Archipiélago de San Andrés. Las razones que llevaron a la firma de este tratado ya son parte de la historia repúblicana y reciente, no enmarcada en la celebración del Bicentenario de nuestra independencia. La historia continúa.