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Ellos son los cantadores de vaquería de los Llanos colombianos

Los cantos de trabajo de los Llanos colombianos, declarados por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la humanidad.
Laura Quiceno

Por: Laura Quiceno. Editora web Radio Nacional de Colombia.

“Nunca esperaba esto, es el día más feliz de mi vida”, expresa el ‘Negro fino’ a otros 24 vaqueros de los Llanos colombianos en el Hato Guadalajara en Puente Arimena, vereda de Puerto Gaitán-Meta.

Ellos, junto a dos mujeres: Aura Adela Silva y Ana Belén Bavativa son los portadores de un saber ancestral marcado por cantos, silbos y tañidos en arduas jornadas de ordeño, vela y arreo del ganado: los cantos de trabajo de los Llanos colombianos, declarados por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la humanidad.

“Los cantos son la manera como los llaneros aprendimos a manejar la ganadería, tanto en el corral de ordeño como en las grandes ganaderías o rodeos. Es la manifestación con la cual nos comunicamos con el animal, por ejemplo, en el ordeño la vaca aprendía a familiarizarse con nuestro canto, con el nombre que le poníamos y en el arreo, el animal respondíae al canto, obedeciendo a la voz del cabrestero, ellos la reconocen. Tienen tanto sentimiento estos cantos que hasta los animales les paran bolas” señala Hermes Romero Vidal de La Argelia, vereda del municipio de Paz de Ariporo-Casanare, cantador y gestor de iniciativas que buscan preservar esta tradición con los más jóvenes.

Foto: Nangibe Torres. Travesías de arpa.

“Aprendí a montar bestias en el Llano, aprendí a torear un toro en el Llano, aprendí todo en el Llano, conservo mucho ancestro de mi Llano y no me gusta pisotear mi ancestro”: 'Negro fino'.

Como ‘Negro fino’ y Hermes Romero, campesinos de veredas de Casanare, Meta y Arauca vibran con las melodías que les enseñaron sus abuelos.

“Para mí los cantos significan tradición, en mi juventud me tocó velar ganado entonces le decían a uno ‘Cántele al ganado, cántele porque si no se desbarajusta', y ahora que hay esta oportunidad, me invitaron y estos encuentros, estas historias me hacen vivir. Nunca pensé que fuera a vivir esto. El canto del arreo, del ordeño, eso es muy tradicional en el Llano, más en el campesino y me muero siendo campesino porque la ciudad no la quiero”, me cuenta ‘Negro’ fino de Orocué-Casanare.

Foto: Nangibe Torres. Travesías de arpa.

Con los pies descalzos, los pantalones recogidos y las voces recias comparten los cantos a las vacas (cada una tiene un nombre) en un encuentro previo al acto de reconocimiento oficial del Ministerio de Cultura por la declaratoria de la Unesco el próximo viernes 29 de junio en Puerto Gaitán-Meta.

“Soy becerrera desde la edad de 7 años y por aquí traigo un pocillito donde pedía la leche en la orilla del corral. Había una vaca que me regaló mi mamá que se llamaba ‘Recuerdo’, y esa vaca esperaba que yo me levantara para cantarle. Las mujeres hacemos los cantos de ordeño, no de vela o de arreo, esos los hacen los hombres”, indica Aura Adela Silva, nacida en Puerto Rondón-Arauca y una de las pocas mujeres del encuentro.

Foto: Nangibe Torres. Travesías de arpa

Los cantos de vela, de ordeño y de arreo son algunas de las modalidades de este Patrimonio cultural de los colombianos.

Los rituales íntimos de estos campesinos, los tañidos, una especie de lamento que evoca los mejores ‘blues’ están ahora en los ojos del mundo con esta declaratoria.

“Los cantos de trabajo del Llano están asociados a la ganadería extensiva que está muy mal vista actualmente porque está asociado también con problemas ecológicos, porque hay mucha deforestación a causa de generar más sábanas para poder criar más ganado. Todo ese patrimonio cultural asociado a esa forma producción son los cantos de trabajo del Llano y todo lo que hay alrededor de ello, toda la gastronomía, toda la oralidad, todos los cuentos de espantos, todos los cachos, toda una forma de vida y toda una comunidad que se ha forjado alrededor de eso desde el siglo XVII está en peligro porque ahora lo que viene es la ganadería intensiva, con establos, con vacas llenas de químicos, más antibióticos, comidas producidas sistemáticamente, vacas más infelices y encerradas. Cuando se acabe la ganadería extensiva pues se acaba todo lo asociado con ella”, cuenta John Moreno, asesor para el Ministerio de Cultura en Patrimonio Cultural Inmaterial.

Foto: Nangibe Torres. Travesías de arpa. Radio Nacional de Colombia.

Desde el Bajo Apure-Venezuela, pasando por Arauca, Casanare y hasta Puente Arimena en el Meta, las voces del Negro, Aura y Hermes se conectan con las raíces ancestrales de un Llano agreste que se calma con las melodías de estos cantadores.

“No se duerma vaca vieja, no vaya se pare y se asusta, y me sorprenda al ganado y me forme un desbarajuste” Negro Fino.

Foto: Nangibe Torres. Travesía de arpa. Radio Nacional de Colombia.

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