Según investigadores musicales, el acordeón es un instrumento reconocido en el mundo por ser interpretado en diferentes géneros musicales como sonidos rusos y ucranianos, el chamamé y el cuarteto en argentina. Además de la polca paraguaya o la música norteña. En Colombia, es el instrumento base del vallenato, el género musical declarado como patrimonio inmaterial de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Abel Medina, investigador musical oriundo de La Guajira sostiene que este instrumento llegó a Colombia a mediados del siglo XIX. Medina afirma que el dato más antiguo que se puede dar cuenta de la entrada del acordeón al país son de 1856, recopilados por el historiador Fredy González Zubiría.
Según algunos registros históricos y las historias que se cuentan en el caribe colombiano, al inicio de los años veintes, llegaron a Colombia acordeones de origen Italiano, Francés y Alemán. Desde allí, nacieron leyendas en la interpretación del acordeón en el país, tales como Francisco el hombre, Chico Bolaño, Luis Enrique Martínez, Colacho Mendoza, Alejo Duran, Andrés Landero, Lorenzo Morales “Moralito”, Emiliano Zuleta Baquero, Juancho Rois, entre otros, casi todos oriundos de La Guajira y Valledupar.
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Dichas regiones han dedicado diferentes eventos y espacios para conmemorar y enaltecer el acrodeón. La Casa Beto Murgas, conocido como el Museo del Acordeón queda en Valledupar, cuenta una colección que permite ver la evolución de la música vallenata y a sus protagonistas a lo largo de los años.