Situado a poco más de 500 metros sobre el nivel del mar, el municipio de Piojó es el más alto del Atlántico. Esta condición explica que sus suelos sean fecundos para diversos tipos de cultivos, lo que da pie para que se contemple la posibilidad de fusionar la agricultura con el turismo.
Según el secretario de Desarrollo Económico del municipio, Néstor Rodríguez, se trata de introducir un tipo de café que crece en las faldas de la Sierra Nevada, en un sitio con unas condiciones climatológicas como las que hay en las colinas que rodean a Piojó. También se promueve entre los campesinos lo rentable que podría ser cultivar cacao.
Sumado a los girasoles sembrados allí, la idea es ofrecer a los turistas visitas guiadas por los cultivos y explicar cada detalle del proceso.
Añade que pensar en esto es posible gracias a las características especiales del municipio y que muchas están por descubrir.
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“En Piojó le estamos apostando al turismo de naturaleza puesto que somos el segundo municipio con la extensión territorial más grande del departamento, lo que nos brinda muchas oportunidades. Podemos disfrutar del ecoturismo, del senderismo y del paisajismo”, expresó Rodríguez.
En el mirador del municipio, que es su punto más alto, se construye el primer ecohotel del municipio con capacidad para albergar grandes reuniones. La obra marca una ruptura respecto a la tradición de pequeños hostales que se cuentan con los dedos de una mano y que se concentran en el área rural.
La carta de navegación es el Plan Integral de Turismo, diseñado para desarrollar este segmento de la economía local que, hasta ahora, como reconoce el secretario Rodríguez no ha sido explotado en toda su dimensión.
“El Plan implica poner muchas cosas en orden. Una de las primeras decisiones que tomamos fue que nuestro colegio público sea de carácter técnico, turístico y agrícola. Ahora mismo hay dos guías profesionales y estamos formando a jóvenes en una segunda lengua como el inglés y el francés. También hacemos énfasis en el lenguaje de señas. Habrá habitaciones incluyentes”, agregó el secretario.
Vinculando a los jóvenes, los piojoneros pretenden enfrentar uno de los grandes dilemas que viven varias poblaciones de vocación agrícola: forjar una nueva generación de campesinos pese a los atractivos que ofrecen los centros urbanos.
La punta de lanza del plan va con la construcción de un parque temático próximo a ver la luz, y que para Rodríguez será clave para que al municipio llegue una cantidad de turistas nunca antes vista, mientras elogia el paisaje desde el mirador.
“En días de cielo despejado se ve a Cartagena, la Ciénaga del Totumo, las salinas de Galerazamba, la reserva El Palomar y, detrás de ella, el corregimiento El Cerrito donde se está construyendo el parque temático más grande del Caribe que cuenta con 8 atracciones que replican lugares icónicos de la región. Eso es una atracción que nos garantiza un flujo de turistas amplio, entre 750.000 y un millón de turistas anuales”, dijo Néstor Rodríguez.
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Para soportar semejante flujo se contempla que se adopte el concepto de “vivienda comunitaria” para que todo aquel que sea dueño de una casa en Piojó la acondicione para arrendar habitaciones a turistas. Y en caso de que la demanda supere a la oferta, gana fuerza la opción de aprovechar la oferta hotelera de municipios cercanos, como Puerto Colombia, ubicado a 40 minutos por carretera.
La proyección es que, una vez desarrollado el modelo, será más fácil atraer a los piojoneros desperdigados por Colombia y el mundo, una población que serviría para llenar dos veces al municipio y entre los que se cuentan especialistas de diversos campos, muchos de ellos dedicados al turismo lejos de su tierra.
“Piojó tiene entre 8.000 y 8.500 habitantes, pero por fuera tiene el doble. La idea es atraer a esas personas talentosas que migraron con proyectos que les resulten atractivos, que pongan en práctica aquí todo lo que han aprendido. No es fácil, pero sabemos que ellos tienen la voluntad de volver”, sostiene el funcionario.
A principios de noviembre en 2022, un aguacero de proporciones bíblicas socavó la tierra y provocó un deslizamiento que dejó unos 500 damnificados en el municipio. Aunque de momento la prioridad es la atención a quienes requieren ayuda, una vez finalizada la tarea los esfuerzos van a centrarse en sacar adelante el Plan Integral de Turismo que, como resume Rodríguez, “se propone realzar las bondades con las que contamos. Por ejemplo, poca gente sabe que contamos con kilómetro y medio de playa. Esa zona se conoce como Punta Astilleros, que es pequeña y tranquila. Hay otros atractivos, como ese, a la espera de turistas”, sostiene.