Por: Richard Hernández
Desde aquella fuente de piedra que se llamó popularmente “El mono de la pila”, que se encontraba ubicada en la Plaza Mayor (hoy Plaza Bolívar), y la cual fue construida en 1584 para proporcionar agua a los pobladores de aquella época, Bogotá ha logrado un gran desarrollo en los últimos 100 años en el suministro del agua.
“Bogotá desde su creación ha tenido un sistema de acueducto arcaico ya que había un sistema de abastecimiento de los ríos San Agustín, San Francisco, Arzobispo, Fucha y San Cristóbal. Existía un acueducto que se llamaba el ‘acueducto de las tres B’, que consistía en un sistema bastante rudimentario, que era recolectar agua con un muchacho al que llamaba el bobo, un burro y una botija, de ahí el nombre de las ‘tres B’”, así lo señala Alfredo Barón, historiador del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC).
Según el historiador, el agua se recogía prácticamente en pilas y en chorros que estaban distribuidos en diferentes lugares de la ciudad principalmente en la Plaza Bolívar, Parque Santander, en Las Nieves y San Victorino.
Asimismo, comenta que a principios del siglo XIX se empezaron a construir unos tanques de almacenamiento de agua anteriores a Vitelma, como el tanque de Egipto, que aún se puede apreciar a espaldas de la Universidad Externando de Colombia. También en esa época se encontraban los tanques de San Diego y Chapinero. Desde 1918 se empezó a utilizar cloro en esos tanques, pero el sistema de purificación de agua no era el mejor.
Durante los gobiernos de Enrique Olaya Herrera y Alfonso López Pumarejo, se construyó Vitelma, la primera planta de tratamiento moderna del país para mejorar el abastecimiento de agua potable en Bogotá.
La planta comenzó a operar el 6 de agosto de 1938 como un regalo a la capital del país por los 400 años de su fundación.
Vitelma se encuentra bajo la administración de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá. Está ubicada en la localidad de San Cristóbal y fue declarada Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación en 1988. En el 2009 fue convertida en museo en donde se puede apreciar muchos de sus objetos y su maquinaria original.
“La planta tiene todas las características para llamar a Vitelma un templo del agua. No solamente porque el agua era considerada como un elemento sagrado, sino que la planta de tratamiento fue diseñada como una especie de iglesia, en ese momento existía una corriente arquitectónica llamada estilo neocolonial que recuperaba elementos de la colonia”, señala Barón.
Los pisos, guarda escobas y escaleras se hicieron en mármol italiano de Carrara y las barandas, marcos de puertas y lámparas, en bronce y hierro forjado.
“Parece una iglesia porque tiene su campanario, una nave central y una pila bautismal. Al parecer se hacían procesiones de la iglesia de La Peña, hasta Vitelma y subían al campanario donde se encontraban unos candelabros y se celebraban unos ritos católicos alrededor del agua”, comenta el historiador.
En la Fundación Patrimonio Fílmico se encuentra la cinta restaurada “Nuevo Acueducto de Bogotá” en donde quedaron registrados por la Casa Acevedo e hijos distintos momentos de la construcción de la primera planta de tratamiento de Bogotá.
La planta de tratamiento fue ubicada estratégicamente en una parte alta de la localidad de San Cristóbal, para poder suministrar agua por gravedad (1.4 metros cúbicos por segundo). Bogotá en esa época contaban con unos 350 mil habitantes y la planta tenía una capacidad para suministrar agua a un millón de personas.
En su momento se construyó con lo último en tecnología y que tiene todos los procesos de tratamiento: Cuenta con un tanque de agua cruda, tiene la aplicación de productos químicos, la cal para estabilizar el pH, el sulfato de aluminio para remover la turbiedad, que es la cantidad de partículas en suspensión que puede tener el agua.
Además de su operación, la estructura era autosuficiente porque generaba su propia energía, aprovechando las diferencias de nivel que había. En la actualidad, el 70 por ciento de los equipos de Vitelma trabajan bien.
“El orgullo más grande que debemos tener los colombianos, es que Vitelma podría ser la única planta en el mundo que conserva su arquitectura y su capacidad operativa. Antes se llevaba el agua por tuberías a las casas sin ningún grado de tratamiento y eso generaba muchas enfermedades y epidemias de tifo. La planta de Vitelma le trajo a Bogotá vida”, afirma el ingeniero Millán.
Algunas entidades de la Alcaldía de Bogotá, realizan recorridos programados a la planta de tratamiento Vitelma, la cual está ubicada cerca de la Escuela de Logística del Ejército Nacional, subiendo por la Calle 11 sur. Los permisos para visitar la planta los otorga la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá.
“Vitelma funcionó continuamente hasta abril del 2003, en ese momento sale de operación porque la línea de conducción presentaba problemas por conexiones ilegales. Ahora se está iniciando la reparación de esa línea, pero la planta mantiene su capacidad operativa porque también tiene suministro de agua por el río San Cristóbal, que queda a 2 kilómetros de la planta hasta el sitio de captación. La última operación fue hace tres años y operó bastante bien”, cuenta Millán.
Hoy Bogotá tiene siete plantas para el suministro del agua: San Diego, Tibitoc, Wiesner, La Laguna, El Dorado, Yomasa y Aguas Claras.