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Cinco cosas que no sabías del maestro Luis A. Calvo y su obra musical

Luis A. Calvo es uno de los compositores más célebres de la música colombiana, su legado hoy es recordado y exaltado en en diferentes ámbitos.
Luis A. Calvo: canciones e historias que tal vez no conocías
Foto: Radio Nacional de Colombia.
Natalie Ramos

Luis Antonio Calvo es uno de los compositores más importantes que ha tenido el país. De música poco sabía por los libros, sino más bien por un talento natural implacable que elevó a su máxima expresión. De su vida ya conocemos que nació en Gambita, Santander, un 28 de agosto de 1882, y que murió casi escondido en Agua de Dios el 22 de abril de 1945, porque su médico personal le diagnosticó lepra.

Sus colegas músicos lo admiraron por su metamorfosis casi imperceptible para pasar de un pasillo a un tango, de una marcha nupcial a un nocturno, de la música religiosa a la tradicional andina colombiana, y para darle sentido a sus noches bohemias con música y solo música.


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Conversando con el maestro y pianista Lezley Berrío, diletante y estudioso de su obra, nos contó cinco historias curiosas de la vida de Luis A. Calvo que muchos desconocen:

1. Su historia tuvo capítulos dedicados a la música sacra.

Según Berrío, la serie El Arpa Mística es la música religiosa de Luis A. Calvo. De ella se conserva el manuscrito original y se encuentra en Italia; obra que se estrenará en dos meses. Son 400 páginas de letras sensibles que estarán disponibles en ‘Historias del Piano Colombiano’. De esta manera, por fin los coristas del país y del mundo, podrán entonar las composiciones sacras del gran maestro.

2. Algunas de sus canciones tienen letras.

Explica el pianista que se trata de la famosa pieza Malvaloca, una danza que compuso el maestro Calvo en 1930. Un poeta y amigo suyo con apellido Bayona, le escribió un par de versos alusivos a la obra de teatro española con el mismo nombre, que contaba la vida de una mujer a la que le llamaron Malvaloca por ser muy enamorada. Entonces inicialmente la composición fue una canción, pero luego pasó a ser solo una melodía instrumental.

3. Hizo su propia asociación de músicos.

De sus años en Agua de Dios, solo se cuenta que Luis A. Calvo pasó su enfermedad allí, que poco se veía, que estaba triste y que aun así seguía haciendo música. Pero también es cierto que aprovechó su estancia en el lazareto para ayudar a construir con su dinero, algunas de las calles del pueblo y su teatro; pero lo más importante, creó una asociación de músicos en la que se formaron cada uno de los integrantes que hicieron parte de su banda.


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4. El hombre de las estéticas y de los géneros musicales.

Además de ser un músico por esencia, Luis A. Calvo tuvo la habilidad de transitar por distintos géneros y hasta opuestos. Aislado y no aislado hizo música religiosa, música profana e instrumental o clásica: preludios, nocturnos y hasta rapsodias dejó en su paso por la música.

5. También hizo improvisación.

Como una especie de secreto rebelde, el maestro Lezley Berrío cuenta que dentro de los sueños del compositor santandereano estuvo el de lograr fantasías instrumentales, o lo que también se conoce como canciones resultado de la improvisación. Una de ellas fue ‘Acallando el dolor’, que hizo en honor a la idiosincrasia de los antioqueños. Y tal vez la más grande del continente, con una duración de 50 minutos: Escenas Pintorescas de Colombia.

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