El 4 de septiembre de 1949, los empresarios Antonio Botero Peláez y Rafael Acosta Salinas firmaron la personería jurídica de una nueva disquera en la ciudad de Medellín, bajo el nombre de Industria Electrosonora Limitada. Poco después la empresa cambió su razón social a la de Sonolux S.A. Desde ese entonces, en un espectro que hoy va desde Obdulio y Julián y Lucho Bermúdez hasta Carlos Vives e Iván y sus Bam Band, el sello fue una escuela de creación y divulgación de música colombiana en sus diferentes vertientes.
En un panorama discográfico en ebullición en la capital antioqueña, Sonolux le dio un énfasis importante a la música andina, sin olvidarse del gusto creciente por la música de la costa Caribe que se iba tomando el interior del país. Su primera grabación fue lanzada en febrero de 1950, y fue el registro de dos temas del grupo ecuatoriano Los Imbayas, en formato de 78 RPM. Luego, en 1954 lanzan su primer disco con cuatro temas por cara y 10 pulgadas de tamaño, un compilado de temas de Garzón y Collazos; y en diciembre de 1956 lanzaron su primer larga duración de 12 pulgadas, “Fiesta en Colombia”, de Pacho Galán y su Orquesta. El disco contenía la primera versión del clásico merecumbé “Ay cosita linda”, previamente lanzado por Sonolux en disco de 78, en 1955.
“El objetivo de Sonolux fue producir discos de calidad”, recuerda el investigador musical antioqueño Mauricio Restrepo Gil en su libro “Hernán Restrepo Duque, una biografía”, en recuerdo de uno de los más talentosos directores artísticos que pasaron por esa casa disquera. Continuaba Restrepo: “Además de ser generosa con sus artistas y colaboradores, esta compañía se convirtió en una familia que concebía el trabajo y los excedentes como algo comunitario”.
Lo primero que aprovechó Sonolux fue el apogeo del bambuco y el pasillo en Antioquia, el Viejo Caldas y el Tolima Grande para así firmar a los más importantes duetos vocales del país a mediados de siglo: Garzón y Collazos, Obdulio y Julián, Espinosa y Bedoya, Gómez y Villegas y el Dueto de Antaño. A ellos se les sumaron Jorge Ariza, el Trío Morales Pino, León Cardona, Tomás Burbano, Oriol Rangel, Jaime Llano González, los Hermanos Martínez, la Estudiantina Sonolux, el conjunto de Jorge Camargo Spolidore, Gonzalo Hernández, el grupo Los Maestros, la Estudiantina López, el Conjunto Granadino, Gabriel Uribe, los coros Cantares de Colombia, Lucho y Nilhem, Berenice Chávez, el Dueto Tiscaya y el Conjunto Nocturnal Colombiano, entre muchos otros, lo que hizo de Sonolux la mayor promotora del sonido andino colombiano en el mercado discográfico.
Un grupo de productores y asesores internos entre los que se contaron Hernán Restrepo Duque, Luis Uribe Bueno, Gabriel Cuartas Franco, Jaime Llano González y Orlando Posada se encargaron de darle una personalidad al sello. Entre otras, la prohibición de importaciones a Colombia, que incluía discos extranjeros y matrices de grabación, fue una oportunidad para hacer popular a un grupo de artistas colombianos con repertorios internacionales de bolero y ranchera en el seno de la disquera. Entre esos cantantes locales se encontraban Alberto Granados, Víctor Hugo Ayala, Lucho Ramírez, Luis Ángel Mera, Ligia Mayo, Alberto Osorio, Helenita Vargas y Lucía Herrón.
Al catálogo andino se fueron sumando grandes luminarias de la música costeña como Pacho Galán, Lucho Bermúdez, Edmundo Arias, Aníbal Velásquez, Noel Petro, Dolcey Gutiérrez, el Trío Colombia, Alfredo Gutiérrez, Julio de la Ossa, Isaac Carrillo, la Orquesta Italian Jazz, Leonor González Mina, Alcides Díaz, Aniceto Molina, Calixto Ochoa, Rómulo Caicedo, Lisandro Meza, Tamara, Adolfo Echeverría, Alberto Pacheco y su Conjunto Vallenato, Chico Cervantes, la Banda 11 de Enero de Murillo, Peñaranda y sus Muchachos, Los Black Stars, Gabriel “Rumba” Romero, Los Hispanos y, sobre todo, su propia y poderosa agrupación de sonido bailable, la fugaz Orquesta Sonolux, vigente entre 1959 y 1961, y dirigida por músicos de la talla de Juancho Vargas, Luis Uribe Bueno, León Cardona y Antonio María Peñaloza.
Durante su existencia, Sonolux generó una serie de líneas de venta a partir de los géneros y estilos que promovió. Su primer subsello fue Lyra, correspondiente al acrónimo de los socios “Lázaro y Rafael Acosta”, especializado en música guasca y de carrilera. Luego vendrían Impacto, marca bajo la cual Hernán Restrepo Duque lanzó grabaciones olvidadas o inéditas de artistas nacionales; y Caliente y Tamborito, dedicados a la difusión de la música tropical. Además, se encargó de negociar licencias de varios sellos internacionales como RCA Victor en la década del 50, y luego las multinacionales BMG, WEA y Arista, mismas que luego se separarían de Sonolux para abrir oficinas propias.
En 1992, Sonolux trasladó su planta, oficina y bodegas a Bogotá. Durante esos años fue responsable de la grabación, prensaje y distribución de los primeros seis discos de Carlos Vives desde “Clásicos de la Provincia” (1993) hasta “El rock de mi pueblo” (2004), apoyando además la creación del hoy sello independiente Gaira Música Local. De igual manera promovió las vertientes románticas del vallenato, lanzó estrellas fugaces en el campo del pop y se involucró de lleno en el fenómeno del “revival” de la música de antaño conocido popularmente como “reencauche”, con grabaciones de artistas como Iván y sus Bam Band, Karamelo y Charlie Zaa.
Desde muy temprano en su historia, Sonolux sufrió diferentes transformaciones de su componente societario. En 1953 se retiró Rafael Acosta de la compañía, y su parte fue comprada por los hermanos Samuel y Otoniel Cardona. Esas acciones fueron vendidas en 1963 a la familia De Bedout; y luego en 1974 fue comprada en su totalidad por la Organización Ardila Lülle, que la integró a sus unidades de negocios en medios de comunicación.
Tras muchos ires y venires, en 2007 se anunció el cierre de Sonolux como disquera y se convirtió en RCN Music, para dedicarse a la venta de licencias del catálogo recopilado durante 58 años de actividad. Finalmente, la disquera bogotana FM Entretenimiento (anteriormente FM Discos y Cintas) decidió negociar el catálogo completo, para seguir trabajando en el campo de las licencias y sincronización, así como también para digitalizar y agregar a plataformas toda esa riqueza musical.
El 4 de septiembre conmemoramos los 75 años de creación del sello Sonolux, la “Marca de las Estrellas”, un semillero de música en Colombia. Por eso sus músicos, compositores y cantantes son nuestros Artistas de la Semana.