Por: Andrea Cardona. Radio Nacional de Colombia - Caldas.
La temporada de conciertos de la Orquesta Sinfónica de Caldas terminó el pasado 22 de septiembre por falta de recursos económicos. Cada año la entidad musical se queda corta por el presupuesto y por eso en los últimos meses del año, solicitan aportes de las empresas privadas y así pueden lograr completar sus actividades los meses de octubre, noviembre y en algunos casos, diciembre, pero este año la pandemia agravó la situación y no hay ingresos extras.
La Orquesta se sostiene desde hace 19 años por los aportes del Ministerio de Cultura, la Alcaldía de Manizales, la Secretaría de Cultura de Caldas y la Universidad de Caldas, que ya cumplieron con los pagos de este año, pero aún así esos aportes se quedan cortos para funcionar los 12 meses del año con los 53 músicos que integran el conjunto, el director y las tres personas que están en la parte administrativa.
Para seguir con las actividades hasta mediados de diciembre de este año, la Sinfónica de Caldas necesita 250 millones de pesos y por eso el director Leonardo Marulanda le hace un llamado a las entidades públicas y al sector privado para que los apoyen con un auxilio extra, pues hay músicos profesionales que dependen únicamente este trabajo.
“Nos quedamos sin recursos para el funcionamiento. Las cuatro entidades que en la historia de la Orquesta la han sostenido ya dieron sus aportes y no han tenido falta de voluntad, pero esos recursos nunca han sido suficientes. Hay años que la Orquesta ha terminado labores empezando noviembre, finalizando octubre o hasta mediados de diciembre como pasó en el 2018 y 2019. Este año hemos intentado con entidades privadas, pero la respuesta es que no hay dinero”, indica el director y maestro en dirección sinfónica, Leonardo Marulanda.
En su columna de opinión ‘Un réquiem por la Orquesta Sinfónica de Caldas’, el columnista de La Patria, Jonathan Ballesteros, hizo un comparativo con los presupuestos que tienen otras agrupaciones musicales del país.
“El año pasado la Orquesta Filarmónica de Bogotá tenía un presupuesto equivalente 55.000 millones de pesos anuales para su funcionamiento y proyectos pedagógicos; la Sinfónica Nacional, $10.000 millones anuales, en Medellín la Filarmónica de Medellín, $7.500 millones; y en Manizales, Caldas, la Orquesta Sinfónica no alcanza a llegar a los $900 millones de pesos ¡¡Que difícil la cultura así!!”, asevera el columnista.
¿Qué necesita la Orquesta para su funcionamiento?
Cerca del 80 por ciento de los músicos de la Sinfónica de Caldas son egresados de la Universidad de Caldas, incluso el director Leonardo Marulanda, estudió su pregrado en esa universidad. Para Patricia Salazar Villegas, vicerrectora de Proyección Universitaria de la Institución, el problema estructural es que no existe una partida presupuestal fija.
“El funcionamiento mensual de la orquesta es de 100 millones de pesos. Cada año tenemos que hacer una gestión para buscar recursos. El Ministerio de Cultura aportó este año 400 millones, la Gobernación de Caldas 150 millones, la Alcaldía de Manizales 90 millones y la Universidad de Caldas 100 millones de pesos más gestiones administrativas”, explica la directiva.
Por su parte, el secretario de Cultura de Caldas, Lindon Alberto Chavarriaga, señala que en la pasada administración los aportes de la Gobernación subieron de 50 a 150 millones de pesos y que para el próximo año esperan aportar a la sinfónica 200 millones de pesos.
“Hay que decir que mientras el presupuesto de la Secretaría de Cultura de Caldas va para abajo, los aportes que le hacemos a la Sinfónica van para arriba. Desde que llegué a este cargo, pasamos a aportar 150 millones de pesos y esperamos aportar 50 millones más para el 2021. Es muy difícil comparar, pero para poner un ejemplo, la Filarmónica de Bogotá tiene unos aportes que equivalen a 15 años del presupuesto de una secretaría como la de Caldas”, dice el secretario.
El funcionario sostiene que esta entidad también le aporta a otras entidades musicales de Caldas 420 millones de pesos, 200 millones para la Orquesta de Cámara de Caldas, 150 millones para la Sinfónica y 70 millones para la Fundación Batuta.
“Para que la Orquesta no sufra cada año por su sostenimiento y tengamos una solución real debemos buscar que los parlamentarios caldenses promuevan un proyecto de ley para que la Orquesta tenga un presupuesto directo y no dependa de los funcionarios de turno”, concluye el secretario de Cultura.
Música desde la virtualidad
Este año la Orquesta mantuvo sus actividades desde la virtualidad. Comenzó con fragmentos de obras que llevaban el mensaje ‘Yo me quedo en casa’. Participó en la grabación de la ‘Oda a la Alegría’, ‘Pachamama’, ‘Somos Iguales’ con el compositor Cristián Montoya, conciertos didácticos de percusión y vientos y en una nueva versión de la canción ‘Canta Mundo’ con Gilberto Santa Rosa y de la canción ‘Por los caminos de Caldas’.
La Sinfónica participó en la inauguración del pasado Festival Mono Núñez con ‘Vivir cantando’, una pieza del maestro Lucho Vergara, con Dueto Estirpe y Canción, el Dueto Renaceres, María Isabel Saavedra, Sandra Esmeralda Rivera y José Ricardo Bautista.
El conjunto también se unió al montaje virtual de la obra ‘Aire, aire (No puedo respirar…)’ del compositor antioqueño Andrés Posada Saldarriaga junto a la Orquesta Sinfónica Eafit, la Filarmónica de Medellín, la Filarmónica de Cali y la Orquesta Sinfónica de la UNAB de Bucaramanga.