Las últimas jornadas de protesta en Bogotá han dejado 13 víctimas mortales, cientos de heridos, 68 Centros de Atención Inmediata (CAI) y 6 estaciones de Policía atacadas, hechos que, según el alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, estarían permeados por grupos armados organizados.
“Detrás de la destrucción de los CAI en diferentes ciudades de Bogotá hay un claro y premeditado plan de grupos como el Eln y disidencias de las Farc”, afirmó Ceballos.
El ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo también asegura que “el carácter organizado de lo que hemos vivido recientemente es producto, también, de las infiltraciones”.
Según el ministro, las infiltraciones de integrantes del Eln, de disidentes de las Farc y otros grupos con distintas denominaciones no hacen más que destruir la propiedad pública y la infraestructura ciudadana dedicada a la seguridad del país.
El alto comisionado para la Paz, explicó que, Jaime Galvis Rivera, alias “Ariel”, miembro del Comando Central del Eln, dirige la estrategia conocida como Guerra Regional con Centralidad Urbana.
“Se traduce en la vandalización y en la destrucción de la infraestructura de seguridad que protege nuestros barrios y ciudades, como los CAI”, afirmó el funcionario.
Ceballos comprobó con un video y documentos que el propio Iván Márquez, cabeza del ‘Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia’, habría anunciado esta ‘nueva modalidad operativa’ que tiene como eje focalizarse en acciones urbanas en las principales ciudades del país.
Uno de los documentos incautados al Eln dice textualmente “requerimos de una guerrilla capaz de trasladar el conflicto militar a escenarios urbanos. De no ser así, en el campo se podrían seguir librando mil combates que muy seguramente los medios se encarguen de invisibilizar y el enemigo, de minimizar su impacto real”.
Por su parte, le general Gustavo Moreno, director encargado de la Policía señaló que se detectó la presencia de “colectivos populares” que también actuaron de forma coordinada en Bogotá y otras ciudades.
Frente al acto de reconciliación que se llevó a cabo en Bogotá, y en el que se presentó una polémica por la no asistencia del presidente Iván Duque, el alto comisionado se pronunció a través de su cuenta de Twitter.
“En mi calidad de alto comisionado para la paz y de representante del señor presidente en la liturgia realizada hoy por la alcaldesa de Bogotá, quiero manifestarle a la opinión pública que me siento asaltado en mi buena fe”.
Ceballos comentó que él se había encargado de llamar al secretario de Gobierno de Bogotá, Luis Ernesto Gómez, para notificarle que el presidente Duque no podía asistir al evento de reconciliación porque ya tenía compromisos. En su representación asistirían él y la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez.
Además, en una entrevista con un medio local, el alto comisionado expresó que “es muy molesto, ese tipo de actos no hablan bien e hizo quedar muy mal a la Alcaldía”.