Puerto Nariño estrena primera planta de procesamiento de cacao amazónico
Con capacidad de procesar 650 kilogramos de grano seco al mes, permitirá generar ingresos a más de 100 familias de 11 comunidades y promover el agroturismo de la región.
A orillas del río Loretoyacu, a 87 kilómetros de Leticia en el departamento del Amazonas, se erige Puerto Nariño, un pequeño poblado conocido por su vocación ecoturística y agrícola que desde el pasado 10 de octubre cuenta con una moderna planta de procesamiento y transformación de cacao en la que se podrán producir y comercializar productos como licor y manteca de cacao, nibs, cacao en polvo, barras de chocolate con semillas crocantes de la región, bombones rellenos con jaleas de frutas y chocolate de mesa.
La infraestructura, de un área aproximada de 100 metros cuadrados, y dotada con equipos especializados como descascarilladora, molino refinador-conchador, pre-molino, tostadora, nevera vertical, estufa, básculas, termohigrómetros, micrómetros, mesas de trabajo, licuadora de inmersión, extractor de manteca e insumos, les permitirá a los integrantes y operadores encargados de la Asociación de Productores de Cacaoteros de San Francisco de Loretoyacu (ASCASANFRA) y a otras asociaciones indígenas como la Asociación de productores Indígenas Chapereman (ASOICHAPEREMAN) ser proveedores de materia prima de calidad y recibir acompañamiento permanente y transferencia de tecnología.
“Aquí se va a producir grano seco y productos de alto valor agregado como bombones, chocolatería, y chocolate de mesa, entre otros. Con la integración de la cadena turística esperamos dar una salida comercial a todo este proceso y a los productores y a las familias de comunidades indígenas que actualmente están trabajando en el cultivo de cacao a lo largo del eje del río Amazonas”, explicó Jaime Alberto Barrera, Investigador principal, coordinador del proyecto cacao binacional del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas, SINCHI, una de las entidades que hacen parte del proyecto.
Las instalaciones, diseñadas bajo los lineamientos normativos para el procesamiento de alimentos en Colombia, cuenta además con una central de beneficio de cacao fresco para realizar la fermentación y secado del grano y un área de observación de procesos, sin afectar la inocuidad de los alimentos, lo que permitirá recibir la producción de dos microcentrales de beneficiarios de las comunidades de Nazareth, con una capacidad de producción de 340 kilogramos al mes; y Macedonia, con una capacidad de 500 kilogramos al mes de grano seco.
La planta, así mismo, les brindará la oportunidad a 109 familias de 11 comunidades de Leticia y Puerto Nariño de generar nuevos ingresos con el cacao que producen en sus chagras, al tiempo que tanto pobladores como turistas podrán conocer el proceso de transformación del cacao, participar de nuevas rutas agroturísticas y adquirir productos, favoreciendo el turismo comunitario.
“Me siento muy contento de contar con esta planta de transformación de cacao, porque nos da ventajas en la comercialización y nos motiva a continuar esforzándonos por el cultivo, lo que permitirá aumentar los ingresos para mejorar la calidad de vida de nuestras familias”, indicó Santos Cahuache Mojica, representante de ASOICHAPEREMAN.
Negocio sostenible
La planta procesadora hace parte proyecto Instalación de la Cadena de Valor Binacional del Cacao Cultivado y Nativo de Aroma en el Trapecio Amazónico Peruano – Colombiano, que es ejecutado por el Proyecto Especial Binacional Desarrollo Integral de la Cuenca del Río Putumayo PEBDICP en Perú y el SINCHI en Colombia, con el apoyo del Fondo de Desarrollo de Integración Fronteriza Colombia - Perú del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia.
“En el Trapecio Amazónico existen actualmente cerca de unas 77 hectáreas de cacao que sobrevivieron a la iniciativa ‘Colombia Siembra’ en la que se establecieron 150 hectáreas con 111 familias. Hoy en día, tenemos 106 productores, 77.6 hectáreas, donde esperamos cosechar para 2023 cerca de 11 toneladas. Esta planta va a ser uno de los puntos de acopio, recepción y transformación más importantes que tenga este eje productivo entre Leticia y Puerto Nariño, para darle salida comercial a estos productos en el marco de este acuerdo binacional con Perú”, afirmó Barrera.
De esta manera se fortalecerá también el trabajo de la Asociación de Productores Cacaoteros de San Francisco de Loretoyacu-ASCASANFRA, en aras de continuar promoviendo el trabajo asociativo y fortalecer el capital humano de las organizaciones sociales empoderando personal local en temas como Buenas Prácticas de Manufactura-BPM, manejo seguro de equipos, elaboración de los productos de chocolatería, y lo relacionado con la venta de los productos y servicios.
“Nosotros hicimos el ejercicio de recuperación de las plantaciones, hicimos escuelas de formación indígena para la producción sostenible de cacao, con ejercicios de manejo agronómico, manejo de enfermedades, cosecha, postcosecha, se promovió a través de procesos de innovación, se promovió la implementación de dos microcentrales de beneficio y se desarrolló la tecnología para la implementación de esta planta”, agregó Barrera.
La puesta en marcha de esta planta permitirá procesar productos para uso gastronómico como licor de cacao, manteca de cacao, cocoa en polvo, y productos terminados listos para consumo como barras de chocolate con semillas crocantes de la región, bombones rellenos con jaleas de frutas de la chagra, bocados de chocolate con tapioca, chocolate de mesa, entre otros.
“Este es un ecosistema con poblaciones indígenas comunes y nos parece que ofrecer posibilidades de empleo e ingresos dignos para la gente en las fronteras es muy importante, esperamos que a futuro esta planta crezca y que los turistas conozcan y lleven el chocolate de aroma de trapecio amazónico con rellenos de frutos amazónicos”, afirmó la Embajadora Nancy Benítez, directora para el Desarrollo y la Integración Fronteriza del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia.
Para Luz Marina Mantilla, directora general del Instituto SINCHI, esta iniciativa “permitirá generar oportunidades de sostenibilidad y empleo a partir de un producto amazónico como el cacao. Además, la ubicación en Puerto Nariño facilitará nuevas dinámicas que aportan al turismo. Esperamos que este proyecto escale hacia la política pública, y que desde allí se le dé el vigor que necesita para que las comunidades puedan potenciarlo”.