Tras la disminución de frecuencias aéreas nacionales e internacionales que ingresan a San Andrés, el gobierno departamental anunció el inicio de un periodo de austeridad económica en el archipiélago.
La decisión obedece a la necesidad de priorizar proyectos esenciales para la isla como obras de infraestructura, adecuación de la E.S.E hospital departamental y diversos planes sociales.
“Para el 2023, San Andrés tenía proyectado recibir 1 millón 250 mil turistas. En estos momentos no tenemos la certeza de cuántos visitantes van a llegar. Eso definitivamente traerá un efecto negativo a los recaudos del departamento”, aseguró Charles Livingston, secretario de hacienda departamental.
Por concepto de tarjeta de turismo, este año se tenía pronosticado recibir 120 mil millones de pesos. “Estamos estimando que para el 2023 vamos a dejar de recaudar alrededor de 70 mil millones, un poco más de la mitad de lo presupuestado”, explicó el jefe de cartera de hacienda.
Entre enero y febrero de este año, solo se ha recaudado el 50% de dinero en comparación con el periodo pasado. En 2022, para los dos primeros meses del año, San Andrés contaba con un recaudo de 16 mil millones de pesos por concepto de tarjeta de turismo. En lo que respecta al primer bimestre del 2023, el departamento únicamente ha alcanzado 8 mil millones de pesos.
“Esto nos indica que el departamento debe tomar todas las medidas necesarias. Se deben ajustar todos los proyectos y gastos para no llegar a fin de año debiendo honorarios y no contar con el dinero para pagarlos. Nosotros sabemos que cuando hay cese de pagos, podemos terminar en un proceso 550 que no es el deseo de ningún gobernante y mucho menos del pueblo de San Andrés”, explicó Livingston.
De otro lado, se conoció que el gobernador Everth Hawkins dio instrucciones a los secretarios de las diferentes carteras para que formulen proyectos que sean radicados a nivel nacional, en busca de recursos que reemplacen los ingresos propios.