En el año 1987 cuando se llevó a cabo en la provincia de Ocaña el entonces denominado paro nororiental, entre los puntos que hacían parte del pliego de peticiones estaba la construcción de una vía que comunicara a toda la región del Catatumbo en Norte de Santander.
Así lo recuerda Olger Pérez Quintero, directivo de la Asociación por la Unidad Campesina del Catatumbo –Asuncat-. Sin embargo, al día de hoy, según los mismos habitantes de la región, las condiciones de las carreteras no son las mejores.
Después de tantos años, en este 2022, les han anunciado recursos para ser ejecutados en el corredor vial Ocaña - Convención - El Tarra - Tibú. Les hablan, según Pérez Quintero, de 300 mil millones de pesos que esperan sean ejecutados lo más pronto posible.
Sin embargo, el líder campesino dice que esos recursos son “pañitos de agua tibia” pues considera que para adecuar la transversal del Catatumbo, como se conoce esa ruta, “se necesitan unos tres billones de pesos”.
Pérez Quintero también reclamó por la construcción de un puente que hace parte del proyecto Anillo Vial para la Paz del Catatumbo, que según explica, se quedó en un elefante blanco pues luego de estar avanzado en casi un 70 por ciento, la empresa contratista lo dejó abandonado, “como siempre, les dan la plata y luego dicen que se les acabó”.
Y es que los mismos transportadores independientes que cubren a diario la ruta tienen su propia forma de describir cómo es la carretera y las dificultades que viven en ella.
José Guzmán Santiago, conductor y presidente del gremio transportador Astraincat, dice que tienen mucha dificultad por el deterioro en la vía sobre todo en tiempo de lluvias. “La carretera se vuelve un desastre total y tenemos cinco sitios críticos donde en cualquier momento nos podemos quedar sin por donde pasar”.
Guzmán Santiago explica que hay además tres puntos críticos: El Paso, Puente Amarillo y Caño Seco, estos del corregimiento San Pablo. Pero el transportador va más allá en su reclamo y cuenta que por ese tramo transitan unos 500 niños que se desplazan a sus instituciones educativas.
José Ignacio Carrascal, del gremio de conductores del corregimiento El Aserrío, con 28 conductores asociados, manifiesta que el problema es grande por los puntos críticos que no se han priorizado para arreglos y dice que “ya los camiones no pasan”.
Diariamente, según Carrascal, son 500 personas las que se movilizan en transporte informal y público, que se ven afectadas por el mal estado de las carreteras.
Según Manuel José Navarro, transportador independiente que cubre la ruta Ocaña - El Tarra desde hace 28 años explicó, “La vía está en muy mal estado y se triplican los gastos por que se acaban las llantas y se afecta la suspensión del carro, además nos afecta el barro y el polvo, por eso pido la ayuda del Gobierno”. En esas condiciones, solo alcanza a hacer un viaje al día.
Roque Emilio Quintero, representante de los transportadores del corregimiento San Pablo con 18 asociados, todos habitantes de ese centro poblado, dice que a pesar de que buscan tener los carros en buenas condiciones, “la vía no nos lo permite”.
Una de las formas como han tenido que solucionar las condiciones de la vía, es con la implementación de tres peajes comunitarios ubicados a lo largo de la carretera. En estos puntos de recaudo manejados por las Juntas de Acción Comunal cobran entre dos mil y cinco mil pesos por pasada al día tanto de motos como de carros. Ese dinero lo emplean para contratar máquinas y adecuar los pasos donde más se esté presentando riesgo y dificultad para pasar.
En una reunión convocada por las comunidades y en la que pidieron la presencia de representantes de los gobiernos departamental, municipales y la territorial Ocaña del Instituto Nacional de Vías (INVIAS), los usuarios de la Transversal del Catatumbo hicieron públicas sus inquietudes y recibieron anuncios que les generaron expectativa.
En el encuentro, Elías Jaimes, director de Invias anunció que para el mes de julio iniciaban las obras de mejoramiento de la Transversal del Catatumbo. Es así como en efecto ya se dispuso de maquinaria y personal de una empresa contratista que inició con estudios en el tramo La Floresta - Ocaña - Las Mercedes - Convención. Jaimes dijo que “ya se tiene una línea de trabajo para ejecutar el contrato”.
El director de la Territorial Invias explicó que de los 300 mil millones de pesos, 240 mil millones, es decir el 70 por ciento del valor del contrato, se van a invertir entre Convención, El Tarra y Tibú. El restante 30 por ciento, 60 mil millones, se van a ejecutar en el tramo Convención - Ocaña.
El funcionario agregó que el tema se va a socializar con las comunidades, visitándolas para darles a conocer cómo se va a llevar a cabo el arreglo de la vía “con sello de calidad, con obras duraderas”.
Al tiempo, Efraín Pacheco, secretario de vías de Norte de Santander, celebró la inversión y ratificó el compromiso de la gobernación del departamento de hacer seguimiento al administrador de la red secundaria y a la obra de manera permanente, "estando pendiente de las peticiones e inquietudes de la comunidad, entendiendo que el ente territorial no es el ejecutor de los recursos", explicó.
Dimas Barbosa, alcalde de Convención se mostró conforme con el anuncio, pero pidió que se priorice para su municipio la construcción de un muro donde una falla geológica averió la carretera y el paso hacia el Catatumbo medio y bajo, que está restringido desde mediados del año pasado.
Por su parte, el alcalde de Teorama, Róbinson Salazar dijo que creará un comité de acompañamiento para que junto con las comunidades, se pueda hacer veeduría para que la ejecución se haga de manera tranquila y normal. “Lo primero que hay que decir es que a lo largo de la historia no ha habido una inversión, por lo que toca entender que la solución no es inmediata pero es un avance”, señaló.
Edgar García Quintero, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Aires del Catatumbo del corregimiento San Pablo dijo que se recibió una buena noticia pero pidió celeridad “y que la obra debe quedar lista lo más pronto posible”.
Las comunidades de los once municipios del Catatumbo, de los cuales ocho hacen parte de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial, manifestaron a través de sus líderes comunales que “quedan a la expectativa para que en el menor tiempo posible puedan contar con una vía de acceso y salida digna pues toda la región depende económicamente de la transversal que da acceso y salida a una de las zonas más vulnerables y afectadas por los problemas sociales y el conflicto armado”.