Todos los miércoles, los ibaguereños interesados en aprender lengua de señas colombiana (LSC) podrán acercarse a las nuevas instalaciones de la sede educativa del Instituto del Tolima, ITSOR, desde las 7:00 hasta las 8:30 de la mañana, donde recibirán formación de manera gratuita por parte de docentes, modelos lingüísticos e intérpretes de la institución.
El objetivo de la actividad es masificar la lengua de señas colombiana en la capital tolimense, para que cuando acuda una persona sorda a una entidad pública o privada encuentren personas que se puedan comunicar con esta población.
“Queremos romper esas barreras comunicativas que tiene la comunidad sorda, por eso es que nos interesa capacitar a los ciudadanos, para que no sean indiferentes con la población sorda, por eso los invitamos a que asistan y se inscriban”, afirmó Patricia Pinzón, rectora del Itsor.
A los talleres ya se han inscrito 80 personas, pero los ibaguereños interesados aún están a tiempo de acercarse para que aprendan y contribuyan con el avance de la inclusión social en la ciudad y además pueden conocer las modernas instalaciones del Itsor que fueron renovadas por la Alcaldía de Ibagué en beneficio de los niños con dificultades auditivas.
“Es muy importante asistir a todos los talleres porque los niños necesitan una comprensión, una comunicación de lengua de señas, yo tengo un hijo que no ha podido conseguir trabajo porque llegó a un cargo de diseño gráfico donde todos eran oyentes y no se pudo comunicar, no pudo trabajar allá porque nadie sabía lengua de señas”, indicó Mauricio Peña, abuelo de estudiante de grado primero.
La sede ITSOR tiene capacidad para atender a cerca de 100 niños y niñas con dificultad auditiva, quienes reciben educación de preescolar y básica primaria, en unas instalaciones pensadas para ellos, con timbres luminosos, eleva personas, amplios salones, comedor, cocina, parque, cancha deportiva y murales para garantizar mejores condiciones durante las clases.
Los familiares de la población con problemas auditivos le piden a los ciudadanos oyentes que aprendan sobre el lenguaje de señas para que esta población no pierdan oportunidades laborales y sean rechazados o discriminados.
“Realmente comprendemos a la comunidad sorda, quiero mejorar la comunicación con mi hija, poder entenderla, expresarme. Conozcan que ellas son personas y realmente quienes están discapacitados para la comunicación somos nosotros y no ellos”, expresó Elizabeth Torres, madre de un estudiante de tercer grado tercero.