Como lo habían anunciado los expertos, entre ellos el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), así como gestión del riesgo departamental y municipal, en Puerto Carreño, Vichada, existía una alta probabilidad de incendios forestales debido a la temporada seca y la escasez de lluvias que trajo el fenómeno de El Niño en territorio nacional, por eso que desde el pasado 9 de enero de 2024 esta localidad permanece en alerta roja bajo decreto No 04.
En este departamento fueron cerca de 132 emergencias por incendios forestales, estructurales y conato los que afectaron a más de 15.000 hectáreas entre enero de 2023 a enero de 2024, a lo que se suma la reciente conflagración de cobertura vegetal en Marandua, zona rural del municipio de Puerto Carreño, donde ya han sido alcanzadas por las llamas más de 7.000 hectáreas.
El brigadier general Víctor Alexander Celis Herrera, comandante del comando aéreo militar, manifestó que, “desde el sábado, 24 de febrero se está atendiendo la emergencia en esta zona del Vichada. En cuanto nos enteramos de la situación que sufre el departamento activamos todo el sistema con ayuda de aeronaves especializadas, de esta manera hemos estado apoyando la labor que en tierra realizan nuestros bomberos, entes de socorro y el Ejército Nacional, ya que es una tarea articulada que depende de todos para generar un buen análisis y así planear las soluciones”.
Agregó que “la operación de este sistema de extinción de incendios ha sido operado por la Fuerza Aeroespacial en este departamento durante largas jornadas de día y de noche, haciendo uso de visores nocturnos".
Por su parte, el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, también se pronunció sobre estos incendios. Instó a las instituciones del Estado a adelantar acciones para la efectiva protección y conservación de ecosistemas estratégicos afectados:
“Ante los desafíos ocasionados por las altas temperaturas que generan afectaciones en ecosistemas estratégicos, es de gran importancia la gestión integral por parte del Estado desde la prevención y con acciones que den los resultados esperados. Sin embargo, si ocurren eventos es necesaria la puesta en marcha de medidas que garanticen la seguridad, el bienestar y los derechos fundamentales de quienes habitan el país”, enfatizó Camargo a través de un comunicado oficial.
Igualmente, el defensor hace hincapié en la necesidad de implementar programas de educación ambiental que sensibilicen a la población acerca de la importancia de los servicios ecosistémicos y del fomento de prácticas sostenibles en su cotidianidad.
“También hacemos un llamado a la ciudadanía para que se abstenga de realizar quemas, deforestación, fogatas y otras actividades generadoras de incendios forestales”, expresó el defensor.
De acuerdo con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), entre el 3 de noviembre del 2023 y el 24 de enero del 2024 hubo 323 incendios forestales, seis episodios de sequía y dos heladas en 13 departamentos. En el caso de las conflagraciones, afectaron 6723 hectáreas, lo que derivó, entre otras urgencias, en el desabastecimiento de agua potable.
Entre los ecosistemas estratégicos más afectados están los Cerros Orientales de Bogotá, bosques de Cundinamarca, el páramo de Berlín, en Santander (que provee de agua a más de 30 municipios), donde se estima una afectación de aproximadamente 40 hectáreas de frailejones; en la Sierra Nevada de Santa Marta, los incendios arrasaron 172 hectáreas; en Valle del Cauca, Huila y Vichada, entre otros, extensiones importantes de área boscosa también sufrieron la ferocidad de las llamas.