Abejorral, Antioquia, donde el patrimonio lucha contra el olvido
Este fotorreportaje es apenas un vistazo (a medias) de la ruina que hoy pesa (ya como amenaza, ya como hecho irreversible) sobre muchas de las casas coloniales de Abejorral.
Aleros debilitados por el tiempo, maderas roídas, viejos ventanales pendiendo de oxidados goznes, puertas clausuradas que hace tiempo dejaron de abrirse, marcas del abandono, manchas de humedad, verdes enredaderas trepando por las tapias del olvido, solares de ayer, soledad… El que otrora fue un pueblo antioqueño de casas coloniales es hoy un escenario de múltiples ruinas.
Fue el 11 de abril del 2002 cuando, mediante la resolución 0619, el Ministerio de Cultura declaró al centro histórico del municipio de Abejorral como Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional. Todo el pueblo celebró. Desde Bogotá, habían reconocido, por fin, lo que sus habitantes entendían como una verdad cotidiana: que el trazado original del casco urbano, la homogeneidad del conjunto urbano, la imponente y bella presencia de edificaciones coloniales, entre otros factores, había servido para fomentar el arraigo e incluso la dinámica comercial de los abejorraleños.
Pero Abejorral ha cambiado. Los viejos imaginarios que representaban esas casas capitales sobre la colonización antioqueña, sobre su localización estratégica, sobre el paso obligado que era Abejorral para quien fuera de tránsito hacia Medellín y sobre su crucial papel en el proceso comercial promovido por el Estado para la época, fueron debilitándose.
El tiempo pasó y, con él, el fervor de ser un pueblo de casas que recordaban aún las formas de habitabilidad de principios del siglo XIX. Ya la misma declaratoria de MinCultura traía, en sí misma, una marca de nostalgia por aquel pasado de esplendor que se había quedado en eso, en pasado.
Este fotorreportaje es apenas un vistazo (a medias) de la ruina que hoy pesa (ya como amenaza, ya como hecho irreversible) sobre muchas de las casas coloniales de Abejorral, un municipio ubicado en la zona páramo del oriente antioqueño. No son pocas las viviendas que padecen el mismo flagelo del tiempo; aquí solo retratamos algunas.
Acompañamos las fotos con testimonios de dos fuentes primarias que nos dan una idea del “estado de las cosas” en Abejorral: el alcalde, Julián Muñoz, y el presidente de la Corporación Cívico-Cultural Arco, Fernando González.