Tres personas perdieron la vida en un atentado a bala ocurrido en la madrugada de este lunes 2 de octubre en el distrito de Santa Marta. El hecho se registró cerca de las 3:15 a.m., en una cabaña del sector de la vereda Ojo de Agua, vía Teyuna, Troncal del Caribe.
Las víctimas fueron identificadas como Andrea Trujillo Reyes, Alejandro Vega y Elkin Osorio.
El comandante de la Policía Metropolitana de Santa Marta, coronel Yasid Montaño, aseguró que dos de los cuerpos se encontraron en la parte interior de la cabaña, mientras que la tercera víctima fue hallada en la parte externa, a 150 metros de las otras personas.
“El laboratorio de criminalística se encuentra realizando la respectiva inspección al lugar de los hechos…Estamos coordinado desde el lugar de los hechos, la recolección efectiva de información por parte de los policías de inteligencia e investigación criminal, de modo que se establezcan con prioridad los responsables de este hecho”, expresó el coronel Montaño.
Igualmente, la máxima autoridad de la Policía en la capital del Magdalena le solicitó a la comunidad a que suministre información, que oriente el esclarecimiento de estos hechos.
Por su parte, Lerber Dimas, experto en conflictos armados y defensor de derechos humanos, manifestó que “lo registrado, al parecer, estaría ligado a los enfrentamientos que se vienen registrando en las estribaciones de la Sierra Nevada, específicamente en la zona rural de Santa Marta, Ciénaga, Fundación y Aracataca”, acotó.
Cabe resaltar que el pasado fin de semana la Procuraduría General de la Nación, a través de un comunicado, alertó a las autoridades departamentales, municipales y a la Fuerza Pública del Magdalena sobre el recrudecimiento de los enfrentamientos armados entre grupos ilegales que delinquen en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Expuso que, por medio de oficios enviados a los alcaldes, al gobernador y a los comandantes de la Primera División del Ejército y la Policía, la procuradora regional advirtió que es inminente un desplazamiento masivo de estas comunidades, por lo cual es necesario adoptar planes de contingencia que permitan garantizar sus derechos, especialmente, a la vida e integridad.