Veinte días incomunicadas completan 17 veredas de Aranzazu. Se trata de más de mil personas que están en riesgo, no solamente de desabastecerse de productos y servicios, o de sacar otros para la venta, sino de transitar peligrosos caminos alternos que han habilitado.
“Hace alrededor de 20 días comenzó la inestabilidad nuevamente de este terreno debido a la cantidad de agua que ha caído en toda la subregión norte de Caldas. Después de que comenzó a ceder el terreno, empezó a bajar tierra, y en este momento un deslizamiento se llevó completamente la banca de la vía que comunica a más de mil personas, no solamente del municipio de Aranzazu, sino también del municipio de Filadelfia”, señaló el subcomandante de Bomberos de Aranzazu, Andrés Felipe Velásquez, quien señaló que se trata del punto Partidas hacia Buenavista - Santa Cruz, por donde pasa la falla de Romeral, que durante la temporada de lluvias se desestabiliza.
Velásquez también informó que en este momento la situación es grave pues no hay una ruta alterna para pasar; sin embargo, los campesinos abrieron un camino, pero el bombero afirma que no es seguro.
“En el monitoreo que realizamos diariamente hemos notado que las personas han habilitado un camino para pasar a pie y hacer trasbordo, pero corriendo el riesgo de que el deslizamiento pueda ceder nuevamente, pueda bajar, y se ocasione algún tipo de emergencia, o quede alguna persona atrapada, porque la tierra está cediendo constantemente. Sinceramente los que más sufren en este momento son los campesinos, los que tienen que salir al casco urbano a llevar sus productos, los que tienen que volver a mercar”, agregó.
“La verdad estamos muy afectados porque ese deslizamiento está muy grande, han hecho muchos convites y entre más hagan eso, como que va bajando. El miércoles hicieron otro convite, hubo más de 150 personas y al otro día ya estaba hundido. Ese terreno está como falso, es muy peligroso para pasar por ahí. Tenemos problemas para pasar el café, el mercado, hay viejitos que necesitan diálisis y no hemos podido pasar por la carretera”, dijo Olga Salazar, habitante de Santa Cruz, una de las veredas incomunicadas.
Mientras tanto, pobladores del municipio esperan que expertos de la Gobernación de Caldas visiten el territorio para establecer una ruta de acción, pues el daño es de tal magnitud que la maquinaria amarilla no puede llegar al sitio exacto del deslizamiento debido a que no hay posibilidad de habilitar una nueva vía.
Desde la Secretaría de Medio Ambiente de la Gobernación de Caldas anunciaron un recurso aproximado de $1.800 millones para la rehabilitación de la malla Marquetalia, Manzanares, Pensilvania, Marulanda, Samaná, Palestina, Chinchiná, Norcasia, Manizales, Neira, Aguadas, Pácora, Salamina, La Merced, Aranzazu y Marmato.
A su vez, la Secretaría de Infraestructura de Caldas informó que, desde el 1 de enero, hasta la fecha, la maquinaria amarilla intervino 1.013 kilómetros de vías en las seis subregiones, distribuidos así:
Centro Sur: 305 km
Alto y Bajo Occidente: 222 km
Magdalena Caldense: 196 km
Norte: 144 km
Oriente: 146 km
Como dato adicional, en la parte superior de la montaña hay una antena de telecomunicaciones que también se podría ver afectada con la situación.