El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz registró como la masacre #40 durante 2023 en Colombia, el asesinato de tres hombres que habían sido secuestrados en zona rural de Jamundí, Valle del Cauca durante el fin de semana.
Héctor Fabio Certuche, Eder Armando Varela y Jhon Alexander Ibarra son las víctimas del triple homicidio cometido en zona rural de Jamundí. Los cuerpos de los primeros dos hombres fueron encontrados inicialmente sobre la vía a Villacolombia y luego de más de un día de haberlos encontrado, apareció el cuerpo de la tercera persona.
Tras esta situación el alcalde de Jamundí, Andrés Felipe Ramírez, por medio de un comunicado le hizo un llamado al Gobierno Nacional: “Jamundí no aguanta más derramamiento de sangre. Es muy doloroso tener que informar la muerte de dos personas que habían sido secuestradas este fin de semana en la zona rural. Dos hombres trabajadores, quienes ahora son una cifra más de esta guerra que, pareciera, no quiere dar tregua. ¿Qué más debe pasar para que nos miren y toda la fuerza del Estado le responda a Jamundí?”.
Según el mandatario, durante 2023 se han atendido más de 8 “retenciones” y muchas de ellas no han llegado a los medios de comunicación porque se ha logrado la liberación de las personas en lapsos cortos de tiempo.
“Como se lo manifesté al ministro Iván Velásquez en su momento, Jamundí es el territorio que tiene todo para convertirse en ejemplo de construcción de paz. Presidente, Petro Gustavo, vicepresidenta Francia Márquez, este es un llamado desde el fondo de mi corazón, Jamundí no aguanta más. Les necesitamos”, así finaliza el escrito.
De acuerdo con Indepaz la situación cada vez es más grave: “La parte montañosa de Jamundí en límites con el departamento del Cauca viene siendo utilizada por grupos delincuenciales, algunos vinculados al narcotráfico que usan esa zona y la ruta del Naya hacia el pacífico para sus negocios ilícitos, pero allá han impuesto un régimen de terror”, asegura Camilo González Posso, presidente del Instituto.
Según, Posso la situación es muy crítica y pone en riesgo constante a la población civil. Se calcula que, en zonas como la Liberia, Villa Colombia y San Vicente, hay aproximadamente 1200 hectáreas sembradas de hoja de coca.
“Hay situaciones gravísimas como las personas que fueron inicialmente desaparecidas, secuestradas y después halladas muertas. En esa región han actuado diferentes grupos: se ha hablado de grupos sicariales, presencia de emisarios de carteles internacionales particularmente el cartel de Sinaloa y también de algunas estructuras como la llamada Jaime Martínez”, puntualizó Posso.
Diego Arias, analista político del Valle del Cauca afirma que “para que en una estrategia integral se recupere el territorio, se da alternativas y salidas a los temas de cultivos de uso ilícito, que haya un desescalamiento de la actividad militar, se preserven los principios humanitarios, mientras en un corto o mediano plazo se llegue a algún tipo de acuerdo para la dejación de armas de estos grupos y la reincorporación a la vida civil”.
Por su parte, Orlando Riascos, gestor de paz del Valle precisó que: “No hay zonas vedadas para el Estado, para la fuerza pública, para la comunidad. Hay que hacer presencia por parte del gobierno y se pueda favorecer a esta comunidad que tiene cultivos ilícitos y solucionar el problema de la guerra y la violencia. No impunidad a las muertes y secuestros que ha habido en el territorio vallecaucano”.