Tras más de quince días de la caída de parte del puente Los Grillos en la vía Sogamoso-Aguazul, ninguna obra se ha iniciado y la estructura amenaza con colapsar el resto del viaducto, explicó el ex director territorial del Invías en Casanare, Arcenio Sandoval.
Este sería un llamado al Gobierno nacional y a las entidades correspondientes, explicó el ex funcionario Sandoval, luego de que el pasado 20 de agosto cayera una de las secciones del puente conocido como Los Grillos, en el kilómetro 81, de la vía alterna que comunica a los municipios de Sogamoso, en Boyacá, y Aguazul, en Casanare, donde hasta el momento no se ha realizado ninguna intervención.
Por lo anterior, esta falta de operación en dicha estructura podría ocasionar que se revienten los cables principales y se afecten los otros tramos del puente que componen este viaducto, los cuales aparentemente se encuentran en buen estado.
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“El viaducto Los Grillos está compuesto por tres puentes: Chorro Blanco, Los Grillos, que se fracturó, y Puente Nuevo, que son cerca de 666 metros en total. Lo que ocurre es que la parte central del viaducto está sostenida en este momento por los cables principales porque es una estructura postensada, pero esa cantidad de peso en ambos lados puede llegar a fatigar el acero, con riesgo alto de reventarse los cables, que, si ocurre, afectaría el resto de la estructura del viaducto”, indicó Arcenio Sandoval, ex director territorial del Instituto Nacional de Vías en Casanare.
En ese sentido, agregó que es importante realizar una implosión controlada de la estructura que está fallando, en lugar de que se dañe todo el viaducto, y que es preocupante que, tras más de quince días de haber ocurrido este colapso, aún el Gobierno nacional no haya enviado maquinaria para descargar la montaña y habilitar la vía alterna.
Además, hay otra situación compleja, y es que la misma comunidad del sector de Pajarito es la que está trabajando para hacer pasos, labores que realizan muy cerca a donde está el riesgo de colapso del viaducto, lo que pone en peligro su integridad.
Por otro lado, la población de Pajarito continúa enfrentando la situación de haber quedado incomunicados, lo que les ha acarreado sobrecostos en la canasta familiar, pérdidas económicas y tener que atravesar caminos de herradura hechos por ellos mismos.