En un total de 37 puntos que hoy registran hundimientos, y hasta la pérdida parcial del pavimento, está concentrado inicialmente el proceso de recuperación de la vía nacional entre Neiva (Huila) y Santana (Putumayo), en un tramo de 456 kilómetros de longitud, vitales para la comunicación del sur del país.
La carretera, que une a Huila, Caquetá, oriente y sur del Cauca, y Putumayo, había sido entregada en concesión en 2015 a la firma Aliadas para el progreso, que apenas ejecutó el 5% del contrato y abandonó las obras.
Hoy la concesión está a cargo de la firma Ruta al Sur, que confirmó el comienzo de nuevos trabajos y, en una primera fase, que irá hasta mediados de julio de 2022, la rehabilitación de los sitios más críticos.
El gerente, Juan Carlos María, dijo que estos puntos se concentran, en su mayor parte, en los tramos entre Garzón, en el centro del Huila, y Pitalito y San Agustín, en el sur; y desde allí hasta San Juan de Villalobos, en Putumayo.
“Las intervenciones constan de parcheos, señalización horizontal y vertical, y el acompañamiento a todos los usuarios con los servicios de operación, grúas, ambulancias, carro taller e inspectores viales, entre otros”, indicó.
El directivo explicó que “el propósito es mejorar la transitabilidad de los usuarios”, antes de la segunda fase, que será la recuperación plena y definitiva de la vía.
De esta forma, María sostuvo que se realizará la terminación de los estudios y diseños de licenciamientos ambientales, que permitan iniciar la construcción de las obras a partir de julio del próximo año.
El abandono que por años sufrió la carretera generó múltiples manifestaciones y protestas de ciudadanos, transportadores, autoridades y gremios, en una reclamación que finalmente derivó en la decisión del Gobierno Nacional de lograr la entrega de la concesión a un nuevo contratista, con lo que pudo agilizarse de nuevo el inicio de la recuperación vial.