El zɨkɨi es una danza tradicional con la que hombres y mujeres de pueblo indígena Murui Muina buscan la armonía y la sanación de todos los males y enfermedades que ha sufrido su comunidad. Pudimos acompañar este ritual que se realiza en la maloca Jiri Jiri, ubicada en zona rural de Puerto Leguízamo (Putumayo).
Con cantos, fuerza y la unión de manos, los participantes se forman en un gran círculo y elevan oraciones en medio del acto ceremonial.
Para este encuentro, los invitados de diferentes comunidades llevan sus ofrendas. Alimentos y animales de la selva son algunos de los tributos de agradecimiento que se entregan a las autoridades. A cambio de esto, reciben envueltos de yuca, hoja de coca con ambil y casabe (almidón de yuca), un plato exquisito y ancestral de los indígenas murui muina.
Al iniciar el baile, utilizan palos de árboles adornados con cáscaras de frutos y palmas, estos emiten sonidos fuertes al tocar el suelo de un solo golpe. El zɨkɨi dura toda la noche para completar el ritual y así obtener la sanación a través de la Madre Tierra al amanecer.
Mientras la comunidad danza, en una esquina de la maloca, que es el centro de la sabiduría, los abuelos o sabedores mambean la hoja de coca y el ambil. A través de esta acción, oran a su ser supremo para bendecir el territorio y pedir segundas oportunidades para su población.
“En nuestra ceremonia realizamos esta danza para ordenar el pensamiento. Creemos que hay inequidad y que los espíritus perturbadores actúan en cada cabeza de cada comunero, haciéndoles comportar mal, cogiendo el territorio de una manera desordenada. Este baile ancestral se hace necesario para equilibrar la tierra y la espiritualidad. Estos encuentros son de sanación de toda epidemia que llega a nuestro territorio”, relata Leonardo muñoz, autoridad ancestral del pueblo Murui Muina.
El mambe y el ambil
Para esta etnia, el mambe es la representación sagrada del dios que los direcciona mientras su comunidad danza. Este proviene de la hoja de coca, planta sagrada de la cosmovisión murui. Al prepararlo, se debe colocar en una olla y tostarla en un fogón sin que se queme. Cuando está en su punto, se traslada a un pilón, donde se tritura con ceniza de yarumo macho, finalizando en un polvo fino que queda listo para su consumo.
“Para nosotros la hoja de coca proviene del padre creador, es la palabra de vida de aliento y organización de formación y educación”, indica Omar Chan, preparador de la hoja de coca.
El ambil es la esencia del tabaco, otra de sus plantas sagradas con las que conectan con la Tierra y con su ser supremo. “Para nosotros es la ley, es la que organiza, es la que nos mantiene en orden todo nuestro conocimiento, físico y espiritual y, territorio”, explica Eligio Juragaro, miembro de la comunidad.
Bebidas sagradas
En el marco de la ceremonia de sanación, las mujeres preparan las bebidas ancestrales. Una de ellas es el zumo de la yuca dulce. Para este pueblo tiene un gran significado exprimir el jugo del almidón de este tubérculo, consideran que sirve para sacar la ira de las personas que tienen cargada su alma. De hecho, se cuenta que la preparación la debe realizar una ‘mujer digna’, con buen corazón, para calmar los sentimientos internos de cada miembro de su comunidad.
Estas son las tradiciones de los murui muina, una comunidad que lucha por evitar extinción de sus raíces amazónicas y transmitir sus costumbres a las nuevas generaciones.