Por: Nivrita Ganguly/Beatriz Lecumberri/AFP
Desde Bogotá hasta Bombay pasando por París, millones de personas deben respetar desde este fin de semana nuevos confinamientos y toques de queda frente a un aumento de los contagios por coronavirus, mientras la falta de dosis y el temor a efectos secundarios afectan a la vacunación.
Este sábado, el estado indio de Maharashtra y su capital Bombay iniciaron un confinamiento de fin de semana, en un momento en que el país vive una nueva ola de contagios, sumada a la escasez de vacunas, medicamentos y camas en los hospitales.
La región es la más castigada por el coronavirus en India, país donde se registraron 145.000 nuevos casos de covid-19 en las últimas 24 horas, y sus 125 millones de habitantes deberán respetar el confinamiento de fin de semana durante todo el mes de abril.
La campaña de vacunación de los 1.300 millones de habitantes de India también está teniendo problemas. Solo se han administrado 94 millones de vacunas y las existencias se están agotando, según las autoridades.
En Colombia, los ocho millones de habitantes de la capital, Bogotá, también tendrán que respetar un estricto confinamiento de fin de semana.
"Este fin de semana, el sábado el domingo y el lunes todos nos vamos a quedar en casa", anunció desde el lunes la alcaldesa, Claudia López, subrayando que la gravedad de una tercera ola que "ya empezó" depende de los bogotanos. Colombia ya registra más de 2,5 millones de casos y más de 64.000 fallecidos por covid-19.
Las cifras en Argentina son igual de preocupantes. El país también supera los 2,5 millones de contagios y ronda las 57.000 muertes por coronavirus. Por ello, desde el viernes y por tres semanas, la circulación nocturna queda prohibida en las zonas donde hay mayor riesgo de contagios, por ejemplo Buenos Aires y su periferia.
"Argentina ha entrado en la segunda ola. Sólo en los últimos siete días los casos aumentaron un 36% en todo el país", dijo el presidente Alberto Fernández, el pasado jueves.
Efectos secundarios y desequilibrio "impactante"
En todo el mundo, la pandemia ha causado la muerte de 2,9 millones de personas y provocado más de 134 millones de contagios. En la mayor parte de los países, la campaña de vacunación avanza con ritmo desigual y marcada por los obstáculos.
Según un recuento de la AFP, se han inyectado más de 733 millones de dosis en al menos 196 países y territorios. El 49 % de estas vacunas se administró en países de altos ingresos, donde reside el 16 % de la población mundial.
El viernes, el secretario general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, volvió a criticar el "desequilibrio impactante en la distribución mundial de vacunas".
Paralelamente, en Europa, donde varios países se ven castigados por un aumento alarmante de los contagios, se investigan los posibles efectos secundarios de las vacunas de AstraZeneca y de Johnson&Johnson.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) dijo que estaba investigando si había relación entre la vacuna de Johnson&Johnson, que aún no se administra, con la formación coágulos.
Al mismo tiempo, también explicó que estudiaba más en profundidad si la vacuna AstraZeneca, también puesta en entredicho por este problema y suspendida total o parcialmente en varias regiones y países, podría además generar problemas vasculares más amplios.
El miércoles, el regulador europeo ya dijo que los coágulos sanguíneos eran un efecto secundario grave pero "muy raro" de AstraZeneca, sobre todo en gente joven.
En Estados Unidos, el regulador sanitario, la FDA, dijo que no había encontrado vinculación causa-efecto entre la vacuna de Johnson&Johnson y la formación de coágulos.
En medio de la pandemia, la vida intenta reencontrar su curso y el domingo los peruanos, que han tenido cuatro presidentes desde 2018, elegirán un nuevo mandatario cuando el país registra récords de contagios y muertos. Cinco de los 18 candidatos se contagiaron.