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Pimienta del Putumayo, una experiencia que se degusta en las mejores cocinas de Colombia

La marca Picuna ha sido reconocida de gran calidad y ahora se puede degustar en los mejores restaurantes de Bogotá, Cali, entre otras ciudades.
Foto: Fanpage Asapiv
Jesús Bernal

En la Inspección del Placer en el Valle del Guamuez, en el bajo Putumayo, son 110 asociados que han convertido el cultivo de la pimienta en su principal sustento, dejando atrás los efectos del conflicto interno armado y como retornados por desplazamiento y despojo, convirtieron, sin querer, en exitosos sus cultivos con la mejor pimienta que se produce en el país y se consume en los mejores restaurantes de Bogotá.

Se produce en el Putumayo en cada una de las fincas del municipio fronterizo y con el compromiso de los campesinos retornados, entre 400 y 600 kilogramos de pimienta, en tres grandes cosechas en el año. Esto les ha permitido tener su propio sustento y lo más importante, vivir tranquilos y sin los temores de ser perseguidos como cuando trabajaban en los cultivos de coca.

Producto exitoso llevado a la mesa de los restaurantes de Bogotá y Cali

La Unidad de Restitución de Tierras para el Putumayo (URT), ha venido haciendo un papel de fortalecimiento en esa región, “adjudicando nuevamente las tierras que fueron despojadas, entregando recursos para el mejoramiento de las viviendas y promoviendo con apoyo y asistencia técnica los cultivos en la zona rural del municipio del Valle del Guamuez”, según lo expresó Andrés Fernando Rivadeniera, director regional.

Dijo Rivadeneira que “hemos creído que la pimienta es un producto exitoso porque es una línea en la cual hemos invertido 1.700 millones de pesos en el marco de la política de restitución con beneficios para las víctimas en el departamento”. El producto tiene un plus y así lo dicen los expertos, “es la mejor de Colombia y quizá una de las mejores del mundo”.

Todo ese proceso de unir los eslabones en la cadena de producción y comercialización según la URT, “han permitido reconocer la pimienta en algunas cocinas internacionales, donde ASAPIV a través de la marca Picuna, presentada en Agroexpo, fue reconocida como de gran calidad”.

Un logro gracias al apoyo común de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Embajada Sueca, sin dejar atrás a la Gobernación del Putumayo, con lo que se pretende continuar con este tipo de esfuerzos comunes y garantizar que se mantenga el precio del producto.

La decisión de sembrar Pimienta en el Valle del Guamuez

La presencia de los actores armados a finales de 1999 y el año 2000 hicieron que las familias campesinas abandonaran las tierras y dejaran todo lo que habían construido. La ley de Víctimas 1448 ha permitido que aquellas personas que debieron abandonar sus tierras antes del año 2006, y en particular en una región que sufrió por el accionar de los actores armados como fueron las Inspecciones de El Placer y El Tigre, en el Valle del Guamuez, lograran ser restituidas y, además, recibir beneficios con vivienda, considerando que allí la pimienta era una alternativa de vida.

Luego de la extensión de la ley en el tiempo que pasó a dar cobertura por dos décadas más desde su primera sanción en junio del año 2011, ha permitido que aquellos emprendedores, hombres y mujeres logren dejar a sus hijos y sus nietos un legado. Las tierras de esta región han sido aptas para la agricultura y el producto se convirtió en la mejor opción de dejar de lado los cultivos de uso ilícito, gracias al proyecto de restitución.

Después de 18 años de pasar algunas dificultades de tipo económico y social, los asociados de la pimienta en el Valle del Guamuez hoy la consideran como la mejor de Colombia. El apoyo con asistencia técnica de parte de la URT les enseñó cómo alternar la producción y cosechar en el año. Fueron abiertos canales de comercialización y ahora se garantiza la puesta en el mercado.

Según el reporte en la plataforma web de la Unidad de Víctimas, el Valle del Guamuez registra en el mes de octubre de 2021 la cifra de 1.781 víctimas en 3.364 hogares, lo que representa un 27% del total de esa población. Son 4.600 personas consideradas víctimas en este municipio.

Pimienta

La pimienta como experiencia después del flagelo de desplazamiento forzado

Una de las personas destacadas actualmente y quien da fe de la importancia de su asociación y del progreso obtenido con el cultivo es el representante legal de ASAPIV, Fray Jorge Cualtán, quien aseguró que "a los 110 asociados se suman siete asociaciones aliadas de la pimienta. Somos una organización creada en el 2009, en el tiempo del conflicto armado, tras las acciones de los paramilitares, guerrilleros y el narcotráfico”.

Para todos estos labriegos y cultivadores ya existe un concepto general sobre la importancia de su cultivo y el producto que ponen en el mercado.

“Seguimos trabajando con la pimienta, tratando de mejorar nuestra calidad de vida y también innovando en el comercio con este producto para comercializarlo en el Putumayo y todo el país”, resaltó Cualtán.

Para campesinos como Eduardo Efraín Cadena, es evidente que a ese cultivo le han puesto el alma porque “lo bonito es que integramos la familia. Es un cultivo sano, un proyecto de nosotros, de corazón, realmente es emprender por la pimienta, por lo lícito y dar ejemplo a nuestros hijos y a nuestros nietos”.

Desde el momento en que la URT orientó el proyecto, las comunidades de inmediato asumieron el reto. Es así como Humberto Recalde cuenta con satisfacción que “el comercio se aperturó para Bogotá y Cali y luego subió el precio que estuvo en cerca de 8 mil pesos y llegó hasta los 20 mil por kilo. Apareció la pimienta y con ella aparecieron diferentes clientes y empresas en el Putumayo que comenzaron a identificar la calidad de nuestro producto”.

Están convencidos del cambio de vida que les trajo volver a sus tierras. Pedro Culchán, de la vereda La Pradera, contó que “nuestra iniciativa como asociación agropecuaria del Valle del Guamuez es sembrar pimienta, producir la misma y transformar el producto. Sabemos que se debe aprovechar esta nueva línea promisoria en Colombia. El Putumayo es el primer productor de pimienta”.

La violencia vivida por estos campesinos, en definitiva, los marcó y no se inicia una conversación sin considerar lo que les pasó. Expresó Culchán que “con la amenaza de acabar con el pueblo, nos fuimos. Volví a El Placer porque supe que salió la Ley 1448 de víctimas. Para mí es gratificante y de mucha alegría contar hoy con un proyecto productivo para apostarle a la paz. Ahora las familias tenemos una nueva vida”.

Los testimonios de vida del pasado y el presente están latentes. José Chapid, otro de los cultivadores, sostuvo con sus calificativos la importancia de esta experiencia.

“La pimienta es la mejor del mundo. Es mejor que la de la India de donde es originaria. Me encuentro tranquilo, feliz a pesar de todo lo que pasó con la familia y con la sociedad. La gente volvió a tener la confianza que tenía antes. El Placer es territorio de paz”.

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