Antes de que las tablas parlantes sean asociadas directamente con posesiones demoniacas eran un elemento de socialización. Aquí te contamos cuáles son las posibles causas científicas de su funcionamiento y cómo surgió este particular artefacto.
Hace algunos años la compañía ‘Hasbro’, actual dueña de los derechos de la ‘Ouija’, sacó un promocional con una tabla rosa dedicada a niñas. Además de ser acusados de sexistas, muchos usuarios en internet empezaron a exigir a la compañía que retire el juguete por incitar a que menores de edad se inicien en el mundo de lo oculto
Lo cierto es que antes de la película de ‘El Exorcista’, la ‘Ouija’, era un juego de mesa más para pasar la tarde con amigos preguntando a los espíritus, si se iba a aprobar el examen de física o dónde estaban los papeles de los terrenos al abuelo fallecido. Pero el éxito del film y su directa asociación con el catolicismo lo cambió todo dentro de la cultura popular, estigmatizando este pedazo de madera con letras como una puerta hacia lo maligno.
Antes de hablar como tal del origen de la tabla parlante más famosa del mundo, hay que entender el momento histórico donde surgió. De acuerdo a Robert Murch, experto en la ‘ouija’, la segunda mitad del siglo XIX era conocida como la época dorada del espiritismo, una pseudo religión que tomaría fuerza entre las clases altas de Europa y Estados Unidos, que normalizaron el uso de todo tipo de aparatos para comunicarse con el más allá, eso sí guiados por médiums en salones de té donde se reunían para canalizar a sus muertos y por supuesto pasar un rato con sus pares.
Ilustración de Norman Norman Percevel Rockwell, serie paisajes americanos.
Murch asegura que estas sesiones eran sumamente populares, pues eran una actividad que permitía a ambos sexos socializar sin el ojo recriminador o moralista de la época y ofrecían consuelo a las familias que habían perdido a padres o hijos en las guerras, lo que dio paso a que se propusieran diversas formas de transcribir eficientemente los mensajes del mundo espiritual. De ahí surgieron los primeros planchets, una primitiva forma de la actual tabla que tenía un lápiz pegado al tablero.
Un vendedor de estiércol con un sueño
Charles Kennard, después de leer un artículo en ‘Asociated Press’, descubrió que la fiebre espiritista le abría la posibilidad de un negocio exitoso. Él era un comerciante de fertilizante que había tenido la oportunidad de viajar a París donde conoció los ‘planchet’, un novedoso artículo que facilitaba el uso de los tableros parlantes al permitir navegar más fácilmente por algunos de ellos.
Él junto al abogado Elijah Bond, el coronel Washigton Bowie y dos inversionistas más fundarían la ‘Kennard Novelty Company’, con el objetivo de fabricar y comercializar los tableros parlantes con varios valores agregados: un alfabeto completo, junto con palabras claves escritas para agilizar la sesión y un planchet al estilo parisino que se deslizaba suavemente sobre la tabla y así comenzaron a escribir la historia de la 'ouija' tal como se referencia en el presente.
¿Por qué ‘ouija’?
Hay una controversia sobre si la palabra ‘ouija’, tiene un significado, pero lo cierto es que anteriormente se creía que era resultado de la conjunción de las palabras oui = sí en francés y ja = sí también, pero en alemán. Sin embargo, nuevamente Robert Murch, entraría a develar el misterio.
De acuerdo al autor sería Hellen Peters cuñada de Elijah Bond, que a su vez era una reconocida médium, quien le preguntaría a la tabla en una sesión cómo quisiera llamarse y esta respondió ‘ouija’, argumentando que esto significa ‘buena suerte’.
Fotografía: Pexels
Mas adelante la misma Hellen, diría que tal vez la tabla lo que quería deletrear era el nombre de Owinda, una reconocida activista y feminista que era admirada por la médium, y que cuyo retrato ella portaba en un relicario en la sesión. Independientemente de si fue un error de deletreo por parte de la tabla, sería ella misma quién se nombró. Un dato curioso y escalofriante a la vez.
Bases científicas
La ciencia aún no tiene una respuesta directa de cómo funciona la ‘Ouija’, sin embargo, el psicólogo estadounidense Joseph Jastrow llevó a cabo una serie de experimentos usando un aparato llamado automatógrafo para mostrar por qué la tabla deletrea palabras y frases. En una de sus pruebas los participantes tenían que colocar la mano sobre una placa de modo que cualquier mínimo movimiento provocaba que a su vez se movieran unas bolitas de bronce.
Aunque no se daban cuenta, cuando a los participantes se les pedía que pensaran en una dirección, la máquina registraba movimientos en ese sentido. Por supuesto, estas personas aseguraban que su mano permanecía completamente inmóvil. Los movimientos, “llamados acciones ideomotoras”, explican que se mueva el puntero a través de la ‘ouija’.