La tecnología y el uso de redes sociales son herramientas e insumos que se deben aprovechar para generar espacios de diálogo y confianza, así lo aseguró Laura Flórez Díaz, jefe de Gestión del Conocimiento de Red PaPaz, quien además indicó que esto influye directamente en el pensamiento crítico, gracias a la cantidad de información que se recibe y que se debe analiza conscientemente.
No se deben exponer a los niños al uso de redes sociales libremente, es recomendable sentarse con ellos y navegar por páginas que les permitan adquirir conocimiento, luego abrir espacios de preguntas y respuestas o de análisis de contenido porque determina la veracidad de la información y de paso les permite tener un criterio más objetivo y subjetivo de determinada situación o realidad.
No toda lo que llega por redes sociales se debe aceptar como cierto, bastante se ha hablado de las consecuencias que traen las llamadas Fake News, donde por error no se verifica y se acepta como cierto el contenido recibido. Adicionalmente muchas personas repostean la mencionada información que crece como una bola de nieve, simplemente porque no se aplica un pensamiento crítico.
Si esto ocurre con mujeres y hombres en una etapa madura, mucho más en niñas, niños y adolescentes. Un estudio de la International Association for the Evaluation of Educational Achievement (IEA) advierte que solo el 2% de los estudiantes de países desarrollados, que navegan en internet, saben seleccionar información relevante, es decir que solo ese mínimo porcentaje demuestra tener pensamiento crítico.
Por lo anterior, dice la jefe de Gestión del Conocimiento de Red PaPaz que es fundamental el apoyo del entorno familiar, para “fomentar la curiosidad, el cuestionamiento para tener varias perspectivas. Es necesario acompañarlos a vivir experiencias, sentarnos con ellos y reflexionar sobre éstas, básicamente bajo: ¿tú qué harías, yo que haría?”
Recomendaciones para desarrollar un pensamiento crítico
En la primera infancia, según la organización Red PaPaz, es importante la práctica de ciertos ejercicios que ayudan a que las niñas, niños y adolescentes piensen de manera crítica y tomen sus propias decisiones, es decir, permitirles que sean curiosos, que pregunten y responderles de manera sencilla y clara, porque fomenta el conocimiento.
Por ejemplo, con los más pequeños realizar actividades o labores propias de la casa como organizar la ropa y los zapatos o los platos y vasos en la cocina, donde ellos tomen sus decisiones y se les permita libremente ubicar cada elemento y una vez lo hagan preguntarles por qué debería estar en determinado lugar y forma. También se puede acudir a la elección de la ropa que usarán para el día o para una actividad en específico.
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La comprensión de lectura es muy importante, de ahí la necesidad de acudir a un libro, una noticia o una película, sacando conjuntamente la idea principal y exponiendo o resolviendo las dudas que se tengan al respecto. Una vez hecho este ejercicio se puede proceder con el debate, en el cual se elige un tema que les guste y que a su vez tengan la capacidad de argumentarlo o refutarlo con su interlocutor.
Finalmente, se les debe dar libertad para tomar sus propias decisiones con responsabilidad y bajo un entorno seguro, porque esto les ayudará cuando sean adultos. Siempre se les debe inculcar valores como la justicia, el respeto, la igualdad, la honestidad, la empatía, la humildad y la tolerancia.