Tras evaluar los avances de la lucha contra el virus en Cartagena, el Gobierno nacional reconoció que la curva de contagios ha empezado a descender en la ciudad.
Esta fue la principal conclusión a la que llegaron las autoridades al término de una reunión en la que se revisaron las cifras de contagios y fallecidos por coronavirus desde hace dos semanas.
Alicia Arango, ministra del Interior, celebró este suceso aunque advirtió que no se puede bajar la guardia. "El virus ha tenido un comportamiento de mejoramiento, pero eso no significa que debamos aflojar las medidas, sino al contrario. La disciplina ciudadana constituye el 80% del comportamiento del virus", dijo.
La directora del Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis), Johana Bueno, aseguró que la tendencia empezó a revertirse desde el pasado 25 de mayo debido a que "hemos aumentado en toma de muestras de un total de 260 a 840 diarias".
Bueno agregó que también ha rendido fruto la implementación de cercos epidemiológicos en los barrios Nelson Mandela, El Pozón, Olaya Herrera, La Esperanza, San Fernando y La María, además del mercado de Bazurto, catalogados todos como focos de contagio debido al alto número de casos positivos para de coronavirus.
Esto ha coincidido con la decisión de no imponer toques de queda o "días de no pendejear", como los ha bautizado el alcalde William Dau. Para este fin de semana, por ejemplo, solo fue decretada ley seca en Cartagena.
En días pasados, Dau había prometido que, si la curva se aplanaba, a mediados de junio se evaluaría la posibilidad de abrir sectores de la economía que hasta ahora no se han reactivado por el riesgo de que esto provoque un aumento en los contagios.