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A lomo de mula, Ituango celebra 174 años de historia

Llegar a Ituango es encontrarse con gente aguerrida, echada para adelante, gente humilde, amable y enamorada del campo.
Ituango celebra sus 174 años de historia
Foto: Emerson Tapias
Geraldine Zapata

Ituango fue fundado en 1844 por Andrés de Valdivia y Gaspar de Rodas, tres años después, en agosto de 1847 fue constituido como distrito parroquial y elegido como municipio. Su nombre proviene de vocablos indígenas cuyo significado en español es "Río de Chicha".

El municipio está asentado al norte del departamento de Antioquia, en medio de la cordillera occidental y es atravesado por el río Cauca. Es uno de los municipios más montañosos de este departamento y posee grandes áreas de reserva natural, lo conforman 3 corregimientos y 125 veredas. 

“Ituango tiene vestigios arqueológicos de hace más de 2.500 años, en San Juan de rodas se encuentran sitios para investigación arqueológica, que datan de 450 y 500 años, entonces toda la historia de Ituango pudo haber pasado por el cañón del Cauca o pudo haber salido y entrado por el San Jorge, dado que esta era la ruta del virrey”, afirmó Luis Palacio, historiador de este municipio. 

Allí la economía se basa en la agricultura, principalmente en el café, el maíz, la caña de azúcar y el frijol. En cuanto a la ganadería, se desarrolla vacuna de ceba y leche, ovinos y porcinos.
“Ituango hace muchos años fue el primer productor de frijol, de maíz y de cerdos del país.

Recuerdo que desde las montañas del San Jorge sacaban cerdos hasta la plaza de Cisneros en Medellín, un señor venía con cien o ciento cincuenta cerdos y con unas diez mulas cargadas de maíz. Esta travesía se demoraba un mes para llevarlos allá, pero los llevaba, los comercializaba y de allá traía licor o telas”, comentó Palacio. 

Tiene una gran actividad comercial y por la presencia de indígenas Catíos, y las características de su poblamiento, es común encontrar en él una rica diversidad cultural. 

“Las calles de Ituango eran llenas de mulas, los fines de semana habían corrales donde un señor las cuidaba, guardaban sus aparejos y sus jáquimas, toda la indumentaria. La familia Pembertí salía con veinte o veinticinco mulas cargadas de madera para Santa Rita o desde El Aro para Puerto Valdivia. Ver esas mulas todas en fila por un camino era maravilloso. A mí me parece que son historias muy bonitas cuando se sacaba el café o como se saca la madera”, añade el historiador. 

Llegar a Ituango es encontrarse con gente aguerrida, echada para adelante, gente humilde, amable y enamorada del campo. Gente que cree y sueña en construir un mejor mañana para las nuevas generaciones, donde los hechos de violencia que han marcado el territorio, solo se puedan encontrar en las páginas de la historia.

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