Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), desde el año 1950 se han producido alrededor de 9.200 millones de toneladas de plástico, lo que ha generado cerca de 6.900 millones de toneladas de residuos. Más de las tres cuartas partes de estos desechos plásticos terminaron en basureros, flujos de desechos no controlados o en el medio ambiente, incluidos los océanos. A ello se suma que la ONU estima que las personas ingieren más de 50.000 partículas de plástico cada año, sin mencionar aquellas partículas que son inhaladas.
El plástico afecta a la tierra, el agua y el aire; su largo tiempo de degradación provoca múltiples daños en los ecosistemas y las especies. En algunos casos, los animales terminan enredados con los plásticos o los consumen, provocando su muerte.
De acuerdo con la bióloga Martha Inés García, animales como las tortugas se ven afectadas por la ingesta de plástico tipo bolsa. En el caso de aves marinas como los alcatraces, estos pueden llegar a ingerir tapas de envases.
"Se han encontrado en algunos nidos de aves fragmentos de plásticos, aluminio, cuerda, entre otros elementos, y eso es complicado, ya que los polluelos pueden ingerir estas partículas", añade García.
Para reducir la contaminación causada por los plásticos, desde el 19 de julio de 2021 entró en vigencia en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina la ley que regula y prohíbe el ingreso, comercialización y uso de bolsas y otros productos fabricados con este material.
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A partir de esta fecha, quedó prohibido el ingreso de plásticos de un solo uso como vasos, cucharas, pitillos, botellas, bolsas y elementos de icopor. La resolución dio un plazo de dos años para que las distintas autoridades hicieran pedagogía al respecto.
La norma además estipula que los buques comerciales que arriben al departamento no podrán usar bolsas plásticas para la disposición final de basuras y deberán realizar la disposición de desechos cuando arriben a puerto en el territorio continental.
Se exceptúan de la aplicación de esta norma las bolsas, platos, pitillos y vasos que sean biodegradables, que sean reciclables y que se demuestre su aprovechamiento a través del reciclaje o que cuenten con un contenido de materia prima 100% reciclada. A esta reglamentación se sumó que la autoridad ambiental local, Coralina, prohibió el uso de globos y plásticos, entre otros, en áreas costeras como playas y en embarcaciones, debido al daño que estos materiales ocasionan a la vida marina.
"Desde todos los puntos de ingreso de plásticos y en establecimientos comerciales, se realizan inspecciones en los que se incautan, decomisan e inician procesos sancionatorios contra las personas que comercializan con estos productos", asegura Johnny Walker, coordinador de control y vigilancia de la corporación ambiental Coralina.
Walker además asegura que desde que la corporación ambiental comenzó a imponer medidas, se han incautado aproximadamente 40 mil unidades plásticas en San Andrés.
"Se ha visto una disminución en cuanto a las bolsas plásticas, sobre todo en el sector comercial. No se ha erradicado en su totalidad, pero se ha visto que en gran medida ha reducido la producción de residuos en el relleno sanitario", añade el coordinador de control y vigilancia.