Una gran cantidad de plástico de un solo uso llega a los océanos y muchos lo hacen de forma microscópica, los cuales terminan siendo ingeridos por animales y humanos. Descubre cómo nos afecta.
La contaminación por plásticos es un tema que genera preocupación a nivel mundial. En Colombia, por ejemplo, se sancionó en julio de este año, la Ley 2232 de 2022 que busca prohibir la fabricación, comercialización y consumo de los plásticos de un solo uso.
De acuerdo a esta ley a partir de 2025 aquellos plásticos que están hechos a base de combustibles fósiles, y se desechan inmediatamente después de ser usados quedarán prohibidos, tanto en su importación, venta, distribución y uso. El argumento principal de los promotores de esta iniciativa, radica en que debido a su producción e inadecuado manejo se generan impactos negativos sociales y ambientales muy altos, siendo uno de ellos los microplásticos.
¿Qué son los microplásticos?
Si bien no existe un consenso general sobre el tamaño mínimo para que un plástico sea considerado microplástico, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) usa el parámetro de menos de cinco milímetros de diámetro para clasificarlos en esta categoría y así medir sus afectaciones.
En sí los microplásticos, remite la fundación Aquae para preservación de las fuentes hídricas, son pequeñas partículas plásticas que llegan al ambiente y a los océanos producto de la degradación por efectos del agua, el sol, el viento y los microorganismos, hasta convertirlas en diminutos pedazos.
Por su parte ‘National Geographic’, reportó que en 2017 un grupo de científicos belgas descubrió que los plásticos arrojados al ambiente se pueden fragmentar hasta llegar a fibras incluso más delgadas que un cabello humano, haciéndolas casi imperceptibles y aerotransportables.
¿Cómo llegan a nosotros?
En 2016 un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) lanzó la alerta sobre la presencia de microplásticos hasta en 800 especies de peces, crustáceos y moluscos. De acuerdo a este mismo reporte los amantes de los mariscos podrían consumir hasta 11.000 partículas de plástico al año solo comiendo mejillones, un plato muy popular en ese país.
Pero esto no es todo: un estudio de Greenpeace y la Universidad Nacional de Incheon en Corea del Sur, realizado a finales de 2018, también concluyó que el 90% de las marcas de sal muestreadas a nivel mundial contenían microplásticos. Y que el agua del grifo es otra de las fuentes por la que los humanos ingerimos estas pequeñas partículas.
La invasión de este material es tal que en octubre de 2022 un estudio de la Universidad Campus Biomédico, en Roma descubrió microplásticos en la leche materna. Según la investigación las 34 mujeres analizadas alimentaban a sus bebés con leche contaminada por esta sustancia, la única variación era la concentración, pero todas la tenían.
¿Qué pasa con la salud y los microplásticos?
Los plásticos están fabricados con una serie de productos químicos y aditivos para darles resistencia y flexibilidad. Tanto los aditivos plásticos como los químicos pueden ser tóxicos. Según advierte Scott Coffin, científico investigador de la Junta de Control de Recursos Hídricos en USA, “el análisis más reciente ha identificado más de 10.000 productos químicos únicos utilizados en plásticos, de los cuales más de 2.400 son de potencial preocupación y muchos no están adecuadamente regulados”, advierte Coffin.
Sin embargo y para tranquilidad de los investigadores de la Universidad John Hopkins, entre los plásticos encontrados con más frecuencia como el polipropileno y el tereftalato de polietileno (PET), ambos componentes principales de las botellas y los envases de leche, no se pudo determinar por medio de evidencias que los microplásticos representen un riesgo para la salud de los seres humanos. En especial cuando se trata de partículas grandes, como las halladas en el estudio.
Pero, eso no significa que se debe dejar de hacerle seguimiento, concluye el estudio, en especial a las partículas más pequeñas, ya que son más riesgosas, porque pueden colarse en el torrente sanguíneo, el sistema linfático y alcanzar el hígado. Los investigadores de John Hopkins también reconocieron no poder determinar la procedencia de cada partícula y aseguraron que, probablemente, la comida sea también contaminada durante varias etapas de su preparación y empaquetado.
¿Habías escuchado de los microplásticos?, ¿crees que pueden ser perjudiciales para la salud? Cuéntanos en nuestro grupo de Facebook y no te pierdas nuestra programación en Exploremos, un espacio para aprender a cuidar el medio ambiente.