En 2012 se creó el comité interdisciplinario de educación ambiental (CIDEA), desde ese momento, el docente Wilson Mario Malagón, adscrito al departamento de Ciencias Naturales de la institución Educativa Cándido Leguizamo, ha liderado esta iniciativa para que jóvenes de este municipio promuevan el cuidado del territorio.
La iniciativa se desarrolla a partir de un proceso de articulación con las entidades ambientales del municipio que hace parte del sistema nacional de áreas protegidas (SINAP) y los proyectos ambientales escolares (PRAE).
Durante estos años logró motivar un grupo de jóvenes, estudiantes de su área y algunos egresados para liderar procesos de conservación de ecosistemas estratégicos dentro del casco urbano.
'Jóvenes de ambiente por Leguizamo' es la iniciativa que nace para dinamizar y promover el cuidado del medioambiente y mirar las problemáticas ambientales que sufre el municipio.
“Mi función, además de ser dinamizador, de ser líder, es comprometer a los 'Jóvenes de ambiente por Leguizamo' para que lo ayuden a preservar y a conservar, que vean el interés y que valoren. Por ejemplo, ahora estamos viviendo unas temporadas del fenómeno climático de calores intensos, pues no es tarde nunca para empezar a sembrar un árbol, mirar en dónde están los flujos de agua y protegerlos", afirma el docente.
"Entonces lo que tratamos de enseñar en la práctica es que los jóvenes vayan mitigando eso a partir de su propia experiencia vivencial”, agregó el docente.
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El diálogo con la comunidad ha sido un elemento importante para que las estrategias tendientes a la promoción y cuidado del territorio tenga viabilidad. Es necesario que los jóvenes caminen el territorio, que tenga una lectura real del contexto ambiental del municipio.
“Hemos realizado jornadas de reforestación en algunas zonas críticas del casco urbano, y liderado actividades de recolección de escombros, inservibles y desechos, así como promover el reciclaje. Tratamos de hacer una buena pedagogía de educación ambiental, donde los jóvenes van de casa en casa sensibilizando frente a la naturaleza, y su cuidado, aprovechando que ya está categorizada como sujeto de derechos”, comenta Malagón.
A pesar de los grandes esfuerzos que hace el docente y sus jóvenes por promover el cuidado del territorio, este no ha sido suficiente debido al contexto estructural por la que enfrenta la frágil Amazonía.
Se necesita de una articulación fuerte entre comunidad, instituciones y colectivos ambientales para que exista una cultura de cuidado del entorno que mejore las condiciones de vida de las poblaciones.