La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, hizo un llamado en la COP29 durante el 6º Diálogo Ministerial en Finanzas Climáticas, sobre la magnitud de los costos desencadenados por los desastres climáticos y la urgente necesidad de reformar el sistema financiero global para apoyar a los países en desarrollo.
“Los primeros seis meses de 2024 han costado 41.000 millones de dólares en pérdidas relacionadas con el clima y esto con un aumento global de apenas 1,1 grados Celsius. Nos enfrentamos al primer año de 1,5 grados, y el costo de la inacción aumentará exponencialmente si no intensificamos las acciones de mitigación y adaptación”, argumentó Susana Muhamad.
Asimismo, la ministra señaló la necesidad de establecer un nuevo marco de financiación cuantificado y justo, adecuado a la realidad climática, ya que a menor inversión en mitigación, mayor será la necesidad de destinar recursos para compensar las pérdidas y daños. Por consiguiente, reveló que el acceso a capital para los países más afectados por la crisis climática es dramático.
"Nuestro acceso al capital cuesta 10 veces más que el de cualquier país desarrollado debido a la crisis de deuda. Esta falta de acceso limita la inversión en una transición justa", explicó, destacando cómo las evaluaciones de riesgo aumentan los costos financieros y limitan el desarrollo de proyectos de sostenibilidad en países en desarrollo, los más vulnerables al cambio climático, como Colombia.
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La propuesta del nuevo plan financiero
Según el Ministerio de Ambiente, la ministra propuso cinco puntos clave para transformar la financiación climática de manera equitativa:
- Un pacto de alivio de deuda a 10 años que permita a los países en desarrollo invertir en la transición climática.
- Cambios en las políticas de los Bancos de Desarrollo Multilateral (NDBs) para facilitar el acceso a recursos.
- Implementación de impuestos globales que movilicen capital privado y lo conviertan en financiación pública.
- Distribución directa de fondos a los espacios fiscales nacionales en lugar de agencias de desarrollo que, según Muhamad, complican la transparencia.
- Transparencia y un incremento drástico de la inversión pública como base para apalancar la inversión privada en acciones climáticas.
Por último, la ministra solicitó a la comunidad global replantear sus políticas financieras en beneficio de una financiación climática justa y eficaz.
“Es hora de que se establezca un nuevo objetivo equitativo y justo de financiación para enfrentar esta crisis climática. Solo podremos hablar de justicia climática si multiplicamos la inversión pública y facilitamos el acceso al capital para los países en riesgo, de no revertir la trayectoria actual, el mundo se dirige hacia un aumento de temperatura de hasta 3 grados Celsius, lo que acarreará devastadores costos económicos y sociales para todo el planeta”, manifestó la Muhamad.