“Vergüenza moral”, así es como ha calificado la Organización Mundial de la Salud la práctica de los países ricos de enviar como supuesta donación vacunas vencidas o a punto de expirar a las naciones de medianos y bajos ingresos.
La Organización de las Naciones Unidas denunció que los países pobres rechazaron en diciembre, cerca de 100 millones de dosis de vacunas contra el Covid-19 donadas con una corta vida útil.
Según la ONU, a finales de diciembre y comienzos de enero de 2022, Nigeria incineró cerca de dos millones de dosis donadas de la vacuna AstraZeneca, con una vida útil muy corta y que caducaron antes de poder ser administradas a la población.
Al respecto, el director de la Agencia Nacional de Desarrollo para la Atención Primaria de Salud de Nigeria, Faisal Shuaib recordó que las autoridades no tuvieron otra opción que recibirlas.
“No tuvimos otra opción sino aceptar estas vacunas con poca vida útil ya que nuestro interés es proteger a los ciudadanos del Covid-19. A pesar de que aceptamos estas vacunas, tenemos claro que hay otros retos para llevarlas a los brazos de los nigerianos”, aseguró el director.
Adicionalmente, la organización, explicó que los países, especialmente africanos, necesitan dosis que puedan ser conservadas un tiempo para poder planificar las campañas de vacunación y de esta manera llegar a poblaciones que viven en zonas de difícil acceso.
En todo el mundo han sido administradas 9.400 millones de vacunas, según informó el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pero señaló que más de 90 países no han alcanzado el objetivo de vacunar a un 40 % de la población para finales de 2021.
"Más de un 85 % de la población africana, es decir 1.000 millones de personas, todavía no ha recibido ni una dosis", señaló el director del organismo.