Luego de que más de seis países decidieron suspender la aplicación de la vacuna contra la Covid-19 de la farmacéutica AstraZeneca por casos de trombosis en Dinamarca, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que no hay razón científica para no usarla porque no hay indicios de que ésta cause coágulos.
“Los reguladores tienen estándares claros y estrictos de eficacia y seguridad para la aprobación de cualquier medicamento nuevo, y eso incluye la vacuna COVID-19 AstraZeneca. La seguridad de la vacuna se ha estudiado ampliamente en ensayos clínicos de fase III y los datos revisados por pares confirman que la vacuna es generalmente bien tolerada”, manifestó AstraZeneca en un comunicado.
Por su parte, la OMS, a través de su portavoz Margaret Harris, indicó que no se han detectado muertes relacionadas con la administración de esta vacuna hasta la fecha, tras la aplicación de más de 268 millones de dosis en el mundo.
“Los episodios de coagulación de la sangre son comunes en las personas, por lo que no está claro si esto era algo que iba a suceder o si la vacuna fue la responsable. (...) No se ha demostrado una relación causal”, dijo Harris, e informó que el Grupo Asesor Estratégico de Expertos en Inmunización (SAGE, por sus siglas en inglés) de la OMS está investigando los casos.
La organización recibió hasta el jueves informes de 30 eventos tromboembólicos entre casi cinco millones de personas que fueron vacunadas con este biológico en Europa. Uno de ellos de un hombre de 50 años de edad que murió en Italia después de desarrollar trombosis venosa profunda al ser inmunizado. Por eso, países como Austria, Dinamarca, Estonia, Lituana, Noruega, Islandia y Tailandia decidieron frenar el uso de esta vacuna por precaución.