Este jueves 3 de octubre, durante la entrega de 8.430 hectáreas de tierra a familias campesinas víctimas del conflicto armado en Montería, Córdoba, el presidente Gustavo Petro le propuso a Salvatore Mancuso, exjefe paramilitar y hoy gestor de paz, culminar el proceso que quedó inconcluso durante el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
"Le propongo instalar la mesa para finiquitar el proceso de paz que inició Álvaro Uribe Vélez con ustedes, esta vez sin traición, esta vez sin miedo a la verdad que existía en esa época".
Durante el evento, el mandatario de los colombianos expresó que "usted Salvatore, el señor Jiménez, alias "Jorge 40" y otros, lo propongo aquí al frente de mi pueblo de Córdoba, podemos reactivar la mesa de paz porque el proceso no ha terminado. Dado que no se han entregado los bienes que ustedes le entregaron a la justicia a las víctimas de la violencia, el proceso entonces no se ha terminado. Quedó interrumpido".
El jefe de Estado hizo énfasis en que, en caso de iniciarse este proceso, será para que "el pueblo humilde sea el benefactor, para que pueda ser resarcido, resarcimiento, indemnización, es la antesala del perdón".
De igual forma, invitó a Salvatore Mancuso "a dejar el papel de Mussolini y cantar la Bella ciao". También lo instó a desempeñar su papel como gestor de paz para consolidar "la democracia, la justicia social, para encontrar la paz. Paz para que nunca más la sangre de un joven, de un viejo, de una vieja, vuelva a correr por estas tierras".
Explicó a los colombianos que Mancuso recibió esta gestoría "para que ayude a la paz, sabedor que no puede usted ni nadie lo que era el pasado, esto es diferente. Quizás el Clan del Golfo lo han usado, lo han construido, unos políticos como antaño, para quedarse con los bienes que ustedes entregaron y para que esos bienes no pasen a la gente del pueblo víctima a la cual el Acuerdo de Paz dijo estaban destinados".
Petro también habló sobre el perdón social y expresó que este "se da desde el corazón de cada persona que integra la sociedad colombiana".
Agregó que "el perdón social no puede aparecer porque yo o quiera, sino que es un proceso histórico, es como una revolución. Perdón social y revolución van de la mano".