Los trazos de la vida de Emma Reyes comenzaron a dibujarse en las calles de Bogotá el 9 de julio de 1919, fecha de su nacimiento, a pesar de las dificultades que no impidieron el ascenso de esta destacada exponente del arte colombiano.
Durante su infancia, Emma no creció junto a sus padres, quienes la dejaron a ella y a su hermana Helena al cuidado de la señorita María. Sin embargo, la vida volvió a arrebatarles a las hermanas Reyes cuando su cuidadora las abandonó cuando Emma tenía 5 años.
Sin nadie que pudiera atender sus necesidades, llegaron a las puertas del convento María Auxiliadora de Bogotá, donde fueron acogidas para aprender los oficios propios de estos lugares religiosos, pero sin recibir educación en lectura o escritura.
A los 19 años, Emma Reyes se fugó del convento, lo que marcó el comienzo de una nueva etapa en su vida caracterizada por la exploración y los viajes por diferentes países de América Latina durante tres años. Durante ese tiempo, desempeñó varios oficios en países como Ecuador, Perú y Bolivia, hasta que finalmente llegó a Buenos Aires, donde se consolidó como artista.
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En Argentina, recibió una beca de la Fundación Roncoroni para estudiar en la academia del pintor André Lothe en París, Francia, en 1947. Posteriormente, continuó sus estudios en Roma, en el taller del artista futurista Enrico Prampolini, en 1954.
México fue otro de sus destinos en 1951, cuando fue delegada en el "I Congreso Panamericano de la Unesco" y colaboró en la ilustración de cartillas de alfabetización realizadas por este organismo internacional. Durante su estancia, tuvo la oportunidad de conocer a destacados artistas como Frida Kahlo (en una época en que ya estaba bastante enferma) y Diego Rivera. Con este último, trabajó en un mural para el estadio olímpico de la Ciudad Universitaria. También fue asistente de la mexicana Lola Álvarez Bravo en la Galería de Arte Contemporáneo y colaboró en el montaje de la exposición de Frida Kahlo.
La trayectoria artística de Emma Reyes abarca 300 obras influenciadas por diversos movimientos artísticos, como el indigenismo, el cubismo, el expresionismo, el muralismo y el futurismo. Estas influencias corresponden a los diferentes lugares y artistas con los que Reyes ha tenido contacto.
Gran parte de su vida transcurrió en Francia, donde falleció el 12 de julio de 2003, después de permanecer en coma durante 8 días en el hospital de Burdeos. El sepelio de Emma Reyes tuvo lugar en Périgueux, la ciudad donde residía, dejando como legado una fuente de inspiración para una nueva generación de artistas colombianos que la consideran una figura materna importante en el desarrollo de sus carreras.