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Orlando Sierra Hernández: 20 años sin el ‘punto de encuentro’ para el periodismo

A través de su columna de opinión 'Punto de Encuentro', denunció por varios años la corrupción en la clase política de aquel entonces.
Foto: Colprensa
Paula Rodríguez

El gremio periodístico en el departamento de Caldas y en el país en general conmemora un aniversario más del asesinato del periodista Orlando Sierra Hernández, quien se desempeñaba como subdirector del periódico local La Patria de Manizales, cuando fue ultimado por sicarios en el centro de la capital caldense a escasos metros de su lugar de trabajo.

En la memoria de alumnos, amigos, compañeros de trabajo y familiares de este escritor y amante de la literatura y la filosofía, sigue presente aquella tarde del 30 de enero del 2002 cuando varios disparos cegaron la vida de este hombre, quien con su estilo quiso mostrar la verdad de la corrupción política de aquel entonces y de años atrás, misma que sin pensarlo sería el detonante que lo llevaría a su muerte.

Fueron cuatro disparos los cuales dos días después le ganaron la batalla a las palabras escritas en “Punto de Encuentro”, la columna de opinión que escribía Sierra Hernández, quien falleció el 1 de febrero de 2002 en horas de la noche en un hospital de Manizales.

Hoy, 20 años después, sigue siendo el único acto violento contra un periodista en Colombia en el que se han ejecutoriado ejemplares condenas a toda una cadena criminal dirigida por el entonces presidente de la Asamblea Departamental, Ferney Tapasco, por los constantes argumentos del periodista contra el actuar de la clase dirigente en la región liderada por él.

De esta manera lo ha destacado Fernando Alonso Ramírez, presidente del Consejo Directivo de la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP, y quien además se considera un pupilo de la ardua labor desempeñada por Orlando Sierra en el periódico, pero también en su vida profesional y personal.

“Llegó un momento en el que creíamos que si había justicia uno quedaría tranquilo, pero la verdad es que el vacío sigue igual porque nadie nos va a devolver a Orlando, quien claramente fue un mentor que dejó una escuela periodística importante en el país, muchos han seguido con su legado que no es otro que tratar de hacer la mejor labor posible y siempre de cara a la verdad, sin venderse y sin comprometerse, sino siempre del lado de los más débiles y por supuesto del lado de la razón” expresó.

Por su parte, Adriana Villegas Botero, docente de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Manizales, y además columnista, recordó que el atentado que habría sufrido Orlando Sierra de inmediato levantó la sospecha de sus posibles responsables, sociedad que no dudó en reclamar a la justicia que se hiciera lo pertinente para llegar a los verdaderos determinadores, pues eso no se trató ni de un asalto y mucho menos una venganza como en cierto momento se quiso hacer ver.

“Desde el segundo uno del atentado la gente en la ciudad empezó a señalar a lo que en ese momento se conocía como la coalición (…) Estudiantes y profesores salimos en una marcha denominada “La marcha de las flores”; en esa movilización se hizo un plantón en las afueras de la Asamblea Departamental donde los alumnos de la Universidad de Manizales llevaron una pancarta muy grande que decía: “Bárbaros ,las ideas no se matan”. Lo que la justicia vino a confirmar 16 años después, fue lo que un sector amplio de la sociedad dijo desde un principio, y era que el homicidio había sido producto de las columnas que escribía Orlando, que eran insoportables para una clase política muy corrupta” agregó Villegas.

Por el crimen contra Orlando Sierra fueron condenadas varias personas, incluidas el autor intelectual, el reconocido dirigente del partido Liberal Ferney Tapasco, quien contrató a Luis Fernando Soto Zapata, el sicario que disparó contra Sierra Hernández y quien murió seis años después en la ciudad de Cali tras cumplir gran parte de su condena.

Así mismo, fueron condenados a 28 años de prisión y en calidad de coautores Luis Arley Ortiz Orozco, alias “Pereque” y Francisco Antonio Quintero Tabares, cuyos testimonios le permitieron a la justicia responsabilizar al líder político Ferney Tapasco, que finalmente tendrá que pagar 36 años y tres meses de prisión.

La memoria de Orlando Sierra sigue viva

Para muchos ciudadanos el caso de Orlando Sierra pudo resolverse de manera absoluta, a pesar de los muchos años en trámite ante los juzgados, gracias a la memoria que sigue vigente en medio de la academia, la sociedad y los periodistas que lo rodearon en su momento y cuyos eventos, lugares y otros momentos llevan su nombre.

Este es el caso de una cátedra que se desarrolla cada año en la Universidad de Manizales y el premio de Periodismo Universitario de la misma institución en asocio con el Periódico La Patria. Así mismo el Premio Nacional de Periodismo que hace la Alcaldía de Manizales, uno de los edificios de la Universidad de Caldas, la biblioteca del Colegio Inem Baldomero Sanin Cano, una beca en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Premio al Coraje de un Periodista que entrega la FLIP y la Revista Semana cada año a un periodista regional, cuentos o poemas escritos por Octavio Escobar y Antonio Leiva, y el libro Little Beach que obtuvo el Premio Nacional de Novela Aniversario Ciudad de Pereira en su edición número 33 en el año 2019, entre otros.

“Gracias a todas las personas e instituciones que tienen siempre presente el nombre de Orlando Sierra es que se puede mantener viva su presencia en cada profesional, que bueno que se hiciera lo mismo con todos los periodistas que han sido asesinados en razón de su oficio en cada región, pero para eso la sociedad tiene que apropiarse de su periodista asesinado”, concluyó Ramírez.

Una mirada en el tiempo

Dentro de las estadísticas de las autoridades y del mismo presidente del Consejo Directivo de la FLIP, Fernando Ramírez, aunque el número de periodistas asesinados ha reducido en los últimos años, para la época de lo ocurrido con Orlando Sierra, primer periodista asesinado en Caldas, el panorama del gremio era devastador, pues en aquel entonces se evidenció el avance paramilitar y la existencia de la guerrilla ya consolidada por los diálogos del Caguán, y especialmente los muchos registros de violencia ocurridos para el año 2002 que fue un año electoral.

El periodista recordó que “en el año 2001 habían asesinado nueve periodistas, a Orlando le disparan el 30 de enero y seis días antes habían matado a un fotógrafo en Cali, y en la mañana en que le disparan a él, habían atentado contra la sede de Caracol Televisión; ese era el panorama de violencia contra el periodismo, fue así como cuatro años después, por recomendación de Gabriel García Márquez, se crea la Fundación para la Libertad de Prensa, esto con la idea de proteger a los periodistas, ya que en promedio se asesinaban a 10 periodistas al año entre 1995 y 2005; ahora ha reducido ese número” concluyó.

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