Esta semana, el miércoles 28 de diciembre, a pocos días de terminar este particular año en el que muchos músicos y artistas colombianos partieron del plano terrenal–, falleció a sus 83 años Raúl García, fundador de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
Radio Nacional de Colombia se une a las numerosas manifestaciones de pesar exaltando el más importante de sus legados: la creación de una agrupación que, tras 55 años de existencia, es mucho más que una orquesta, mucho más que un conjunto de músicos y que, bajo la dignidad de Patrimonio de la ciudad de Bogotá, tiene como objeto «ejecutar de manera concertada las políticas de la administración distrital mediante la prestación de servicios culturales en el área de música sinfónica, académica y el canto lírico; la difusión y ejecución del repertorio sinfónico universal y nacional y la administración de sus escenarios culturales», tal y como declara la OFB en su página web.
Una labor descomunal que dinamiza el medio artístico y democratiza el acceso a la música académica; palabras mayores, aún más en un país como el nuestro en el que abundan los desafíos en torno a las iniciativas artísticas, de forma que, para el nacimiento mismo de los proyectos, su creación, implementación, mantenimiento y trascendencia, se requiere determinación inquebrantable, ingentes esfuerzos y ánimos de acero para no sucumbir a la primera de una lista interminable de adversidades. Cualidades que, sin duda, acompañaron a Raúl García desde las primeras ideas en torno a la necesidad de que Bogotá contara con una orquesta propia, empresa que acometió con sus colegas músicos Jaime Guillén Martínez, Frank Preuss y Mario Posada, principalmente. Y fueron ellos, además, quienes protagonizaron la corta prehistoria de la OFB, cuando ofreció en el Teatro Colón de Bogotá su concierto inaugural la Orquesta Filarmónica Colombiana, el jueves 7 de julio de 1966.
Al año siguiente se hizo realidad el propósito original de García, Guillén, Preuss y Posada; por fin Bogotá tenía su propia orquesta, sueño que cobró vida oficial gracias al acuerdo del Concejo de Bogotá emitido durante la alcaldía de Virgilio Barco, mientras que su nacimiento artístico tuvo lugar algunos meses más tarde, el 19 de agosto de 1968, cuando hicieron su debut en el marco del XXXIX Congreso Eucarístico Internacional.
Desde entonces y hasta 1990, Raúl García fungió como director administrativo de la OFB, y mucha agua –y muchas notas-, han corrido bajo el puente al día de hoy. Lo cierto es que la Orquesta Filarmónica de Bogotá, conformada por un sistema de 15 agrupaciones juveniles, el Proyecto de Formación Musical ‘Vamos a la Filarmónica’ –que cobija a más de 30.000 niños, niñas adolescentes y jóvenes del Distrito–, y el Proyecto de Estímulos, contiene la esencia, propósito y fundamento que la impronta de Raúl García labró con firmeza y convicción.